¿Cómo construir una «República Feminista»?

¿Cómo construir una «República Feminista»?

A propósito del cierre del histórico año 2020, para los feminismos de todo el mundo, por la legalización del aborto en Argentina, y de las expresiones de respaldo a los movimientos de mujeres de líderes mundiales -como el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez- indicando que este hito convertía al país del cono sur en una «Nación más feminista», es preciso recapitular que, la construcción de una «República Feminista» ya fue planificada a nivel mundial por las sufragistas en las primeras dos décadas del siglo pasado, y en el caso de nuestro país, las sufragistas de vanguardia argumentaron las bases de la «República Ideal», tal cual le llamaban, desde 1923.

No obstante, quizás el más atinado plan fue el articulado por la sufragista Consuelo Montalvo de Frías, en febrero de 1927, en el editorial «Capacidad femenina», donde aludiendo a su condición de mujer se declara con los saberes requeridos para plantear el proceso político y el pacto social para esa anhelada Nación feminista.

En este incluye la defensa de la soberanía, el fomento de la industria y de los cultivos agrícolas y el control de las inmigraciones; así como una explotación minera que conceda contratos justos a multinacionales.

En la «República Feminista» que Montalvo de Frías planteada hace 94 años, se daría preponderancia a la instrucción, promoviendo su acceso gratuito para la infancia. Además, un plan de Gobierno feminista, precisa, promovería la virtud de la caridad, y tendría como referentes éticos la heroicidad de María Trinidad Sánchez y la grandeza de Salomé Ureña de Henríquez.

Es decir, la patria y el país renacerían desde los saberes y las experiencias de las mujeres, ayer como hoy, soslayadas y -oficialmente- invisibilizadas por el patriarcado.

Anteriormente, en 1923, la maestra normal y periodista feminista Petronila Angélica Gómez formulaba el proyecto político a desarrollar para construir la «República Feminista», y colocar a la República Dominicana en el «concierto de las grandes naciones», cuyo extracto compartimos: «(…) fomentando la agricultura como verdadera base de la riqueza de los pueblos; favoreciendo las industrias nacionales como estímulo al trabajo que vigoriza y salva las naciones; estrechando en fin, cada vez más, los vínculos de la confraternidad para que reinando una paz profunda y bienhechora se verifique una saludable reparación político social».

Es decir, los planteamientos de estas dos periodistas feministas por la constitución de la «República Ideal» abarcaban un conjunto de reformas económicas, sociales, políticas, puesto que en base a estas encomiables reformas se estaría en la capacidad de entendimiento de qué es la libertad plena y qué es la justicia social.

La formación de una «República Feminista» es la ruta a seguir en las luchas por la conquista de la equidad con respeto a la diversidad, para alcanzar una Nación ideal, incluyente.

Este es un proyecto de Nación que puede demorar un siglo para su consecución, pero que se tiene la certeza de que las feministas del mundo unidas -de esta cuarta ola global-, alcanzarán, tal como expresó la feminista española Carmen de Burgos el siete de octubre 1932, un día antes de su fallecimiento: «¡Muero feliz porque muero dentro del triunfo republicano! ¡Viva la República! [la República Feminista]».

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