El cuidado de las orquídeas trae muchas preocupaciones e interrogantes. Casi nunca se sabe a ciencia cierta qué hacer, a menos que se tenga una especialidad en cuidado de  ese tipo de plantas ornamentales.

Es común que nos preguntemos si regarlas diariamente, cuántas veces hacerlo, si ponerlas directamente al sol o en la sombra… en fin, esta  planta por su delicadeza es una de  las que mayor cuidado requieren.

De acuerdo a datos encontrados en la web, existen alrededor de treinta y cinco mil  especies de esta flor y, aunque todas demandan de atención especial, hay algunas que son menos exigentes en cuanto a la irrigación y ubicación en exterior o interior.

Están por ejemplo las denominadas epífitas, que constituyen más del 90% del total de las orquídeas. Éstas son de las más vistosas y se pueden exhibir colgadas  de árboles o arbustos en el jardín y en balcones.

Proceden de regiones tropicales y son las que se encuentran con más facilidad en  las jardinerías,  viveros y  supermercados. No son parásitas; sus necesidades son escasas y obtienen el agua de la humedad del aire, a través de las  raíces aéreas.

Con la finalidad de ofrecerle un poco de orientación sobre  los tipos de orquídeas con los que generalmente convivimos y el cuido que debemos darles ¡Vivir! consultó algunas páginas en la web sobre plantas ornamentales, especialmente de esta especie.

Tipos de orquideas

Orquídea semiterrestre

Éstas son de las que crecen de manera más fácil, generalmente lo hacen sobre un colchón de hojas en descomposición en el suelo o sobre piedras recubiertas de musgo.

Orquídeas terrestres

Se caracterizan por tener sus raíces directamente en la  tierra. La mayoría de éstas  se dan en climas tropicales y subtropicales.

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Las catleyas  “temen” al frío, por lo que es aconsejable que  se saquen  solo cuando las temperaturas sean superiores a los 15°C.

Las vandas

Éstas  muestran su hábitat de desarrollo en forma de  rizoma. Son casi siempre de manera  alargada, y  en su extremo producen dos gruesas y carnosas hojas alternas y elípticas cada año. En este proceso las hojas basales más viejas se caen.

Este tipo de planta  retiene de cuatro a cinco hojas. No tienen pseudobulbos y  el racimo aparece del tallo que surge entre las hojas y florece en todo su esplendor durante varias semanas.

Las especies se pueden clasificar en dos grupos. Uno,  con una inflorescencia larga y ramosa de más de un metro de largo, con unas flores casi redondeadas de color  rosa o blanco, y otro, con tallos cortos y flores de apariencia cerúlea menos redondeadas y de colores más fuertes.

Las catleyas

Éstas se deben   poner  en un lugar semisoleado, donde la luz solar directa  les llegue en las horas más frescas. Esta posición les permitirá  gozar de buena luminosidad sin que estén directamente  expuestas  a los rayos solares.