Cómo cuidar las cicatrices

Cómo cuidar las cicatrices

La preocupación por tener un aspecto saludable y bello incluye muchos elementos de nuestra imagen corporal: la silueta, el cabello, la vestimenta y, por supuesto, la piel. Una de las causas de la pérdida de la belleza de la piel son las cicatrices que quedan en ella luego de eventos traumáticos como cortes, excoriaciones, quemaduras, procesos infecciosos, cirugías, etc.

El cuidado que demos a la zona afectada de nuestra piel durante y luego de esos procesos, será clave para mejorar el resultado final del proceso de cicatrización.

Pero, ¿qué son, en realidad, esas marcas a las que llamamos cicatrices? Se las ha definido como lesiones elementales secundarias de la piel, que se producen en el proceso de curación de una herida. En este sentido, la cicatrización cutánea es el proceso de reparación del epitelio y el reemplazo de la dermis por un tejido fibroso, constituído fundamentalmente por colágeno. Las cicatrices nuevas presentan a la vista un color enrojecido. Esto se debe a que cuando el cuerpo comienza a curar una herida, produce este tejido fibroso en forma abundante. Para nutrir este proceso de curación se forman muchos vasos sanguíneos que llevan una cantidad de sangre adicional a la cicatriz, produciendo ese color rojo.

Un buen consejo es no exponer las cicatrices nuevas a la luz del sol, ya que tomarán un color mucho más visible y evidente.

 

 

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