Cómo debe ser la alimentación para las personas que viven con VIH

Cómo debe ser la alimentación para las personas que viven con  VIH

La alimentación en una persona que vive con VIH/sida, es uno de los elementos de mayor importancia, debido a que una buena nutrición ayuda a estos pacientes a mantenerse sanos.

Así lo aseguró la nutrióloga Inés Abinader, quien disertó sobre el tema en el taller organizado por el Consejo Nacional para el VIH y el Sida (CONAVIHSIDA).

Durante su ponencia, la especialista explicó que las personas con el virus que están bien nutridas se defienden mejor de las infecciones y tienen menos probabilidad de desarrollar enfermedades relacionadas con el virus.

“Las personas que viven con el VIH o sida necesitan cuidar su estado de salud y para esto, los alimentos y sus nutrientes cumplen una función muy importante”, sostuvo Abinader.

Reiteró el tema de la alimentación, destacando que estos pacientes tienen aumentadas las necesidades de energía y de algunos nutrientes como proteínas, vitaminas y minerales, por lo que este aspecto es esencial.

Fuentes de nutrientes importantes. La ingesta de alimentos, que en todas las personas debe ser balanceada, en ellos tiene mayor relevancia debido a que el sistema de defensas trabaja más intensamente para luchar contra la infección, lo cual incrementa, como se dijo anteriormente, sus necesidades de energía, vitaminas y minerales.

“Una nutrición adecuada no puede curar la infección por el VIH, pero es esencial para preservar el sistema inmunitario, mantener niveles saludables de actividad física y lograr una calidad de vida óptima” advirtió.

La médica Abinader explicó además que una nutrición adecuada también es necesaria para obtener beneficios óptimos de la administración del tratamiento antirretroviral, que es esencial para prolongar la vida de las personas infectadas por el VIH y prevenir la transmisión del mismo de madre a niño, en caso de gestación.

“El paciente que presenta síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida) requiere una intervención nutricional temprana, individual e integrada con el resto de la terapia, ya que la desnutrición proteico-calórica que se presenta es por múltiples causas”, aseguró la experta en alimentación.

Al hablar sobre la importancia de una dieta balanceada, Abinader explicó que “ningún alimento por sí solo contiene todos los nutrientes que necesita nuestro organismo, a excepción de la leche materna para los lactantes hasta la edad de seis meses”. Por lo tanto, la alimentación que recibe el organismo debe ser completa, equilibrada, suficiente y adecuada.

Requerimientos energéticos. Las personas que padecen este virus tienen requerimientos mayores energéticos. Los adultos y niños con VIH tienen mayores necesidades energéticas que los no infectados.

Las necesidades aumentan un 10 % en los adultos y niños asintomáticos contagiados por el VIH, mientras que en los adultos en una fase más avanzada de la enfermedad aumentan de un 20 a un 30 %.

En cuanto a los niños infectados por el VIH que están perdiendo peso, las necesidades aumentan entre un 50 y un 100 %, concluyó la doctora Abinader.

 

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