El doctor Miguel A. Montalvo precisa que hoy día es fácil detectar el sufrimiento fetal a través de la sonografía desde los primeros meses de embarazo.
La primera manifestación de esta condición a nivel crónica es el retardo del crecimiento intrauterino, o el descrecimiento, por lo que el ginecólogo cuenta con las herramientas para darse cuenta y evitar que ocurran consecuencias fatales. Cuando es agudo el médico se da cuenta en el momento del parto porque las frecuencias cardíacas se aceleran.
Es en este momento cuando el médico debe tomar una decisión importante, porque puede ocurrir lo que se conoce como óbito fetal que es la muerte intrauterina; si el médico continúa el trabajo de parto con la presión muy acelerada o desacelerada, de seguro que el niño tendrá un daño posiblemente irreversible.
Cuando esto ocurre es necesario que el médico tome el control de esto. Lo más importante para evitar consecuencias graves cuando hay sufrimiento fetal es que la mujer sea atendida por un especialista en embarazo de alto riesgo para que detecte a tiempo el problema.
Pero fundamentalmente que la mujer acuda desde que se da cuenta de su embarazo al médico y que continúe yendo regularmente hasta el momento del parto. Cuando el sufrimiento es crónico la solución es inyectarle a la madre unas sustancias dominadas corticoides, betametasona y dexametasona antes de las 34 semanas para lograr la maduración rápida del bebé y sus pulmones, y de esa manera adelantar el parto para evitar consecuencias nefatas.
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Tipo de sufrimiento fetal
Los términos crónico y agudo en este caso no tienen que ver con la mayor o menor intensidad del problema, sino que la primera ocurre durante el desarrollo del embarazo y la segunda al momento de la labor del parto, dice el destacado especialista.