Los diarios y otros medios están llenos de informes de que éste o aquél alimento, o producto químico, o factor ambiental (todo, desde canarios hasta tostadoras) provoca el cáncer. Pero la mayoría de los informes se dan fuera de contexto, y es fácil perder las perspectivas del gran cuadro, y del avance científico que se ha logrado para comprender y evitar el cáncer.

El cáncer no mata a tantas personas como las enfermedades cardiacas, sin embargo aún se lleva más de medio millón de vidas de norteamericanos cada año. Cuatro de los cánceres principales (pulmones, colorrectal, mama y próstata) responden por ligeramente más de la mitad de estas muertes. Algunos tipos de cáncer (estómago, cervical y uterino) han descendido fenomenalmente en EE UU, mientras que otros están aumentando, o parecen estarlo haciendo. Por ejemplo, el cáncer de mama y de próstata pueden estarse presentando con mayor frecuencia, o puede que estén siendo diagnosticados más certeramente con mayor frecuencia. (En verdad, el número de casos nuevos de cáncer de próstata ha empezando a decaer, al menos entre los norteamericanos blancos). Algunos otros tipos de cáncer parecen estar presentándose con mayor frecuencia porque la población está envejeciendo.

Las personas suelen preguntarse cuándo se producirá el descubrimiento sensacional del cáncer; es decir, cuándo los investigadores develarán el secreto y encontrarán la cura. Los descubrimientos trascendentales que todos ansiamos para (una vacuna contra el cáncer, quizás, o una cura milagrosa para todos los tipos de cáncer) pudieran o no materializarse. Pero los avances enormes que se han logrado, y el conocimiento sobre los orígenes y causas del cáncer están en aumento.

Muchos nos preocupamos demasiado sobre los posibles promotores del cáncer que realmente carecen de importancia. Y al mismo tiempo, prestamos demasiado poca atención a medidas simples, pero eficaces que podemos tomar para protegernos. Las medidas importantes para evitar el cáncer ya están a la mano.

Lo que usted puede hacer contra el cáncer

No fume. El tabaco causa más cáncer en todo el mundo que ninguna otra cosa. Mientras más tiempo más intensamente usted fume, hay mayor probabilidad de que resulte letal. Además de cáncer de pulmón, el fumar incrementa el riesgo de cáncer de vejiga, útero, boca, garganta, páncreas, riñón y estómago. Puede promover cáncer de colon y hasta de mama. Cerca de 3 millones de personas mueren por causas relacionadas con el fumar cada año en el mundo y esa cifra subirá a 10 millones en este siglo, si el número de fumadores continúa aumentando. Inhalar el humo de otro fumador (lo que le ocurre al fumador pasivo) ocasiona también miles de muertes cada año. Si los consumidores de tabaco en Estados Unidos dejaran de hacerlo, las muertes por cáncer bajarían gradualmente al menos en un tercio. El cáncer de pulmón sería una enfermedad rara, en lugar de ser el mayor asesino de hombres y mujeres norteamericanos que es en la actualidad.
Coma más frutas, vegetales, y granos integrales. La dieta ocasiona cerca de un tercio de todos los casos de cáncer, casi tanto como el uso del tabaco. Tener una dieta que consta predominantemente de frutas, vegetales y granos (la recomendación actual es no menos de cinco raciones de frutas y vegetales al día) es el factor más importante identificado en la actualidad en la prevención del cáncer mediante dietas. Las pruebas para esto son abrumadoras: un estudio tras otro han confirmado que las personas que tienen mayor ingestión de frutas y vegetales tienen las tasas más bajas de cáncer, en general. Estos alimentos contienen grandes cantidades de vitaminas anti-oxidantes (C y E) así como folacina, carotenoides y fibra dietética, que son todos importantes para evitar el cáncer. Se ha demostrado en estudios de laboratorio que muchos fitoquímicos (químicos de las plantas) tienen potencial para combatir el cáncer, y quedan muchos todavía en espera de ser descubiertos.
Ingiera menos grasa animal. Una dieta alta en grasa animal, especialmente de carne roja, ha surgido en varios estudios como un factor de riesgo para los cánceres de colon y próstata. También se sospecha que una dieta alta en grasas sea un factor en el cáncer de mama, si bien estudios recientes indican que no existe relación.
No cocine las carnes a temperaturas muy altas, especialmente con llama abierta. Esto crea compuestos que se sabe promueven ciertos cánceres: por ejemplo, los hidrocarbonos aromáticos policíclicos (PAH), que se forman cuando las carnes se cocinan con carbón. Un barbecue ocasional probablemente no sea dañino.
Limite el consumo de alcohol. Beber alcohol moderadamente lo puede ayudar a evitar enfermedades cardiacas. (Moderado significa no más de un trago al día para las mujeres, dos para los hombres). Pero demasiado alcohol puede causar cirrosis hepática y cáncer del hígado.
Manténgase activo. En los últimos diez años, los estudios indican que el ejercicio ayuda a evitar los cánceres de próstata y mama, y hay evidencias firmes de que puede evitar el cáncer de colon. Es difícil decir qué nivel de actividad se requiere, pero la actividad moderada temprano en la vida de una mujer, parece proteger contra el cáncer de mama.
Controle su peso. Tener más peso del necesario lo sitúa en riesgo para enfermedades cardiacas o derrames, y probablemente también para algunos tipos de cáncer (uterino u cáncer post-menopáusico en la mujer; colon y próstata en el hombre), Nadie está seguro de por qué la obesidad pudiera incrementar el riesgo de cáncer. No obstante, aún así es una razón para mantener un peso saludable.
Limite su exposición al sol. Use un protector solar potente cuando esté al sol. La exposición acumulativa es responsable de la mayoría de los casos de cáncer en la piel, que representan cerca de 20% de muertes por cáncer.
Limite su exposición a los químicos en el trabajo. Para las personas que trabajan con productos químicos cancerígenos, como asbesto, benceno y formaldehído, este es un problema serio. Sin embargo, la exposición prolongada a estos químicos es poco frecuente en la población.
wellness letter