Como el dedo malo

Como el dedo malo

Como al dedo malo, a las plantas a carbón que construye Odebrecht en Punta Catalina, que el gobierno, no obstante   el escándalo de corrupción y sobornos que amenaza destruir a la mas grande constructora brasileña, ha decidido defender con uñas y dientes (y una agresiva y costosa propaganda), se le pega todo. Y es que según el presidente de la Asociación de Industrias de la República Dominicana (AIRD), Campos de Moya, la escasez de dólares  que se registra desde hace algún tiempo provocando quejas, por lo bajo y por lo alto, de sectores empresariales, es producto  de la construcción de esas plantas, que le saldrán al contribuyente dominicano en US$2,000 millones, sobrevaluación incluida. Esto así, explicó, debido al hecho de que su construcción no está siendo financiada por ninguna entidad internacional, por lo que los dólares los tiene que  aportar el mercado local, provocando la sobredemanda  de la que ninguna autoridad monetaria  –ahora se entiende porqué– parecía conocer la causa. ¿Quiere eso decir, pregunta un amigo televidente que no sabe un carajo de mercados cambiarios, que hasta que no se concluya la construcción de Punta Catalina esa sobredemanda de dólares, y la consecuente escasez, se mantendrá? ¿Qué hará el Banco Central en el mientras tanto? ¿De dónde saldrán los dólares que  compensarían esa sobredemanda  y permitirían  estabilizar  la oferta? El dirigente empresarial no parece estar muy  preocupado por esa escasez y sus consecuencias, o por lo menor eso es lo que se desprende de sus declaraciones, pues  dice estar convencido de que la situación  es temporal y  manejable, y   confiado en que el Banco Central tomará las medidas oportunas que corregirán la situación. Desde luego, otros grupos  empresariales y  económicos  no están obligados a compartir la confianza y el optimismo del presidente de la AIRD,  mucho menos  si no son  devotos de santa Catalina la iluminadora.

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