Madrid.- Un equipo internacional de científicos ha constatado que el tipo de azúcar que se consume, y no solo la cantidad, puede determinar el riesgo de padecer enfermedades metabólicas y cardiovasculares.
El estudio, dirigido por Marta Alegret, del Centro de Investigación Biomédica en Red-Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición del Instituto de Salud Carlos III de Madrid, ha sido realizado también por científicos del Instituto de Biomedicina de las universidades de Barcelona y del Pacífico (Estados Unidos).
La investigación, publicada en el American Journal of Physiology-Heart and Circulatory Physiology y hecha en animales de laboratorio, demuestra que consumir fructosa (en vez de glucosa) es más perjudicial para el metabolismo y el sistema vascular.
La fructosa, un azúcar simple (monosacárido) que abunda en las frutas, es uno de los edulcorantes más utilizados por la industria alimentaria- es barato de producir y endulza mucho.
Se utiliza como azúcar sencillo, como componente de la sacarosa (una mezcla de glucosa y fructosa) o del jarabe de maíz moro.
Durante el estudio, el equipo científico utilizó ratas hembra, que son más sensibles que los machos a las alteraciones metabólicas.
Las ratas fueron divididas en dos grupos- durante dos meses, y junto a su dieta habitual de alimentos sólidos, un grupo ingirió un complemento líquido de glucosa y el otro un complemento de fructosa.
Al finalizar el estudio, los investigadores constataron que había diferencias en el aumento de peso corporal, el nivel de triglicéridos y la fisiología vascular en los animales estudiados.