Como si fuera el salvaje Oeste, residentes del sector Herrera calificaron esa barriada como propiedad de los pandilleros, debido a los constantes enfrentamientos a tiros entre presuntos delincuentes.

«Aquí después de las 10 de la noche no se puede tener las ventanas abiertas. Porque esto parece el viejo Oeste, tiros y tiros», aseguró uno de los moradores de dicha barriada.

La reacción de los residentes de Herrera se da a propósito de la muerte por un disparo del joven Héctor Díaz Espinosa, de 38 años, producto de uno de los enfrentamientos entre pandillas.

En tanto, comerciantes del populoso sector dijeron que los constantes tiroteos son protagonizados por una banda denominada Los Menorcitos, la cual, supuestamente, se disputa los puntos de distribución de drogas con otros grupos.

Estos hechos se suman al rosario de sucedos de antisociales, las cuales tienen en zozobra algunos sectores de la capital, como es el caso de Los Tres Brazos, donde hace varios días tres personas murieron en un enfrentamiento a tiros presuntamente por el control de puntos de ventas de drogas, como informó la Fundación Dominicana Amor a los Envejecientes y a la Niñez (FUNDOAMOR).

Franklin Tamayo, presidente de la entidad, denunció que la violencia arropa el sector Los Tres Brazos con tres muertos producto de los altos niveles de conflictos que genera el negocio de ventas y distribución de sustancias prohibidas y de bebidas sin ningún control de las autoridades del Ministerio de Interior y Policías ni de la Policía Nacional. Informó que dos de los jóvenes murieron en el acto mientras otro mientras recibía atenciones en el hospital doctor Darío Contreras. Uno de los muertos lo apodaban Nato, pero desconoce la identificación de los demás.

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El presidente de FUNDOAMOR, precisó que los hechos ocurrieron en el establecimiento La Pampara de Santo Tomás de Aquino, Antigua Canta La Rana, en la Respaldo Francisco Alberto Caamaño, Sector Los Tres Brazos, Santo Domingo Este.

“Nuestra entidad FUNDOAMOR exige del Ministerio de Interior y Policías su rápida intervención para evitar que los delincuentes impongan su dominio.