Buscan reducir el embarazo adolescente, deserción escolar, uniones tempranas y violencia; trabajan en ello unos 10,000 profesionales del área de Orientación y Psicología Escolar.
El Ministerio de Educación de la República Dominicana (Minerd) implementa, a través de su Dirección General de Orientación y Psicología, acciones preventivas y de intervención oportuna ante desafíos que afectan a los estudiantes y toda la sociedad, como como el embarazo adolescente y las uniones tempranas, con miras a garantizar bienestar integral a los niños, niñas y adolescentes del sistema educativo público preuniversitario.
Estas acciones están dirigidas a prevenir la ocurrencia de estos fenómenos sociales, así como a erradicar el abandono y la deserción escolar como consecuencia de estos, de acuerdo con la directora de Orientación y Psicología, Francisca de la Cruz, que señaló que para ello el Minerd cuenta con unos 10,000 profesionales del área de Orientación y Psicología Escolar.
Como parte del Gabinete de Niñez y Adolescencia, el Minerd ha sido compromisario de la Política de prevención y atención a las uniones tempranas y el embarazo en adolescentes en articulación con los demás sectores del sistema de protección de derechos de niñas, niños y adolescentes.
En este marco, De la Cruz informó que se está implementando el Programa de Educación Sexual Integral en Valores, a aplicarse en todos los niveles educativos, modalidades y subsistemas a nivel nacional, en una articulación con las familias de los estudiantes, dada su responsabilidad en la formación integral de sus hijos e hijas.
La titular de Orientación y Psicología indicó que el Programa de Educación Sexual Integral en Valores entrará en vigencia el próximo año escolar 2023-2024, de forma procesual, «asumiendo los enfoques curriculares vigentes, adecuando contenidos y estrategias en función de las edades y grados de los estudiantes».
Subrayó que este programa «educa para la comprensión y regulación de las emociones, la toma de decisiones conscientes y críticas en relación con la salud y el bienestar, el cuidado del propio cuerpo, el disfrute de la vida familiar, las relaciones interpersonales respetuosas y colaborativas, el ejercicio de la sexualidad responsable y de los derechos humanos, la formulación de un proyecto de vida».
De la Cruz aseguró que en el presente año escolar se han capacitado 714 maestras líderes del Nivel Inicial, 42 coordinadores pedagógicos y 226 técnicos/as en el componente de educación socioemocional, desde el que se abordan estrategias prácticas para niños y niñas, sobre el autoconocimiento, la autorregulación emocional, el cuidado personal, el reconocimiento de los derechos y responsabilidades, los afectos y límites en la relación con los demás y otros temas fundamentales para su desarrollo integral.
Además, destacó que el Minerd con el apoyo de Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), realiza el programa de prevención de uniones tempranas, desde el cual se brindan herramientas metodológicas para desarrollar actividades preventivas.
Este programa orienta a estudiantes de secundaria sobre los efectos negativos de las uniones tempranas y el embarazo durante la adolescencia, proporcionándoles estrategias para reflexionar de forma crítica sobre su vida y sus contextos de desarrollo.
De la Cruz apuntó al respecto que han participado de las estrategias de capacitación un total de 30 distritos en 5 regionales educativas, en donde se ha impactado a 558 centros educativos y 145.958 estudiantes de secundaria.
Informó que, igualmente, se dispone de un protocolo de atención a estudiantes embarazadas, madres o padres para garantizarles el derecho a una educación de calidad. Este protocolo cuenta con apoyos psicopedagógicos, psicoafectivos y ofrece pautas para la identificación, referimiento y activación de las demás instituciones sociales que deben proteger los derechos de los adolescentes, tales como el sector salud, los programas de transferencia social, entre otros.
Otro de los esfuerzos que realiza el Minerd, es el diseño de la Estrategia de Orientación Vocacional en todos los niveles educativos a partir del próximo año lectivo, con énfasis en el Nivel Secundario.
De acuerdo con De la Cruz, esta estrategia procura que el estudiantado pueda valorarse a sí mismo, sus competencias, posibilidades y desafíos, a fin de construir y llevar a cabo un proyecto de vida satisfactorio, previniendo riesgos psicosociales diversos. Se ha capacitado a más de 7.000 orientadores educativos para la implementación de estas a través de diversas estrategias. otros.
«Es importante destacar a su vez, el programa de Cultura de Paz cuyo objetivo es desarrollar en la comunidad educativa capacidades y estrategias que contribuyan a la convivencia pacífica y armoniosa, y establecimiento de relaciones saludables y respetuosas, capacitándolos en herramientas de mediación ante conflictos, regulación de emociones, disciplina positiva, entre otras», añadió la directora de Orientación y Psicología.
Afirmó que estos distintos programas siguen los enfoques curriculares vigentes y se articulan con las competencias y contenidos curriculares de las distintas áreas del conocimiento. Citó como ejemplo los Fascículos que el Minerd ha diseñado durante el año escolar 2022-2023, «donde existe una presencia viva de la educación sexual integral, la convivencia armoniosa, la cultura de paz y la vivencia de valores desde la propuesta curricular que de manera cotidiana los docentes deben planificar en los salones de clases para el desarrollo académico de los estudiantes».
Francisca de la Cruz explicó que, con relación a los distintos desafíos actuales en el ámbito educativo, la Dirección que encabeza recupera datos estadísticos para direccionar los planes y programas de prevención de riesgos que afectan la salud integral de la comunidad educativa, entre ellos, la prevención de embarazo en adolescentes y uniones tempranas.
Según aclaró, estos constituyen fenómenos multifactoriales, vinculados con características demográficas, socioeconómicas, prácticas culturales, expectativas sociales, comportamientos de riesgo ante la presión de grupo, situaciones de abuso y violencia intrafamiliar, prestación de servicios educativos y de salud limitados, debilidades en los sistemas de protección, entre otros.
«Esta realidad obliga a una coordinación intersectorial para dar una respuesta multidimensional a estos fenómenos que afectan el desarrollo integral de niñas, niños y adolescentes y limitan sus oportunidades de vivir con bienestar», enfatizó.
Dijo que, si bien los datos que manejan resultan ser reveladores de una dinámica escolar que tiene amplios desafíos, «transparentar los mismos es un ejercicio de responsabilidad que nos permite avanzar con firmeza en el cumplimiento de nuestra misión institucional y en nuestro mandato constitucional de asistir y proteger a nuestros estudiantes para garantizar su desarrollo armónico e integral y el ejercicio pleno de sus derechos fundamentales».