Cómo enfrentar y manejar situaciones difíciles

<STRONG>Cómo enfrentar y manejar situaciones difíciles</STRONG>

Hay cosas  que “sacan de quicio” o destrozan los nervios de cualquier persona. La revista “Prevenir”  recomienda  algunas medidas que le ayudarán a manejarlas.

Ante una discusión. Si su “contrincante” intenta provocarle, en lugar de ponerse a su nivel, hable de forma pausada y sosegada, utilizando un tono de voz sereno.  Cuanto más alterado esté él o ella, más  moderado debe estar usted. Recuerde que la sonrisa puede desarmar y desorientar al contrario.

Batalla con adolescentes. El adulto es usted. Antes de explotar porque no ordena su habitación, le contesta mal o tiene  la música a todo volumen, cuente hasta 10. También puede optar por irse al cuarto, relajarse unos minutos y volver al terreno. Todo, menos discutir.

¿Siente que su jefe no reconoce su trabajo?  Decídase a hablar mostrándose seguro de su valía. Firme y con su autoestima alta, pero sin dureza. Elija el momento: no aborde a su jefe cuando vaya deprisa por el pasillo y evite los lunes.  Pida una cita  o aproveche  una conversación de trabajo para explicarle sus aspiraciones de trabajo, en dos o tres frases, con un tono cordial y amable.

Quiere decir no… y no sabe cómo.  Renunciando constantemente a nuestros deseos y haciendo siempre  lo que digan los demás, lo único que se consigue es frustración personal. Si le plantean  algo que no puede o no quiere hacer, diga no, con amabilidad, pero con claridad, sin mentiras.

Ante  una entrevista de trabajo.  Por muy importante que sea el puesto, no se juegue la vida. Si no  encuentra respuesta a lo que le han preguntado o ha dado una equivocada, no lo convierta  en una montaña; distánciese de la situación y échele sentido del humor.

¿Nervios en el dentista?  Respire… Si la sola idea de estar en la consulta hace que se le encoja el estómago, practique la respiración abdominal: cierre los ojos, tome aire y diríjalo hacia la zona del abdomen (coloque las manos cobre el vientre para notar  cómo se eleva al inspirar). Luego exhale lentamente, encogiendo el vientre hasta que lo note sin aire. Este ejercicio le ayudará  a controlar la ansiedad y los nervios.

En los atascos (tapones). Si está atrapado, practique la visualización relajante: imagine que se encuentra en otro lugar, alejado de ruidos y del tráfico. Repase mentalmente su agenda o lleve un CD del curso de inglés y vaya estudiando. Tendrá la sensación de que no ha perdido el tiempo, que es lo que más estresa.

Ponga prioridades.  La compra, el médico del niño, el trabajo… Hacer muchas cosas genera tensión. Pruebe la acupresión. Ponga el dedo índice de la mano derecha  a lo largo de la muñeca izquierda (en horizontal); con el pulgar, marque el punto de la muñeca que queda junto al dedo índice que está alineado con el meñique de la izquierda. Presiónelo con el pulgar hasta  tranquilizarse.         

Publicaciones Relacionadas

Más leídas