Cómo enseñar a su hijo a dejar el pañal

Cómo enseñar a su hijo a dejar el pañal

Ir al baño es un proceso que se aprende paso a paso: El control del intestino y la vejiga es una habilidad necesaria socialmente. Para entrenar a su niño usted necesita tiempo, paciencia y comprensión.

– ¿Que es lo que no hay que hacer?

La primera y más importante regla es no apresurar a su niño a usar el baño. El niño debe estar listo. Hay pequeñas señales que el menor nos va dando y nos permiten prepararnos adecuadamente.

– ¿A que edad se puede empezar?

No existe una edad específica para que el niño aprenda a usar el baño; esto depende de la madurez física y sicológica del niño. Un niño menor de 12 meses no tiene control sobre sus intestinos y su vejiga, y continuará teniendo poco control durante los siguientes 6 meses. Entre los 18 meses y sobretodo después de los 2 años, un niño puede mostrar signos de estar listo, pero hay niños que no están listos hasta los 30 meses o después. Se ha demostrado que existe poco beneficio en comenzar el entrenamiento intensivo antes de los dos años de edad en la mayoría de los niños. También se ha demostrado que las niñas aprenden más rápidamente que los niños. Es por ello que, por lo general, no se recomienda empezar con este entrenamiento antes de los dos años.

Su niño debe poder controlar los músculos que regulan el intestino y la vejiga para poder aprender a ir al baño. Es importante además que se pueda desvestir rápidamente y sepa dónde encontrar la bacinica, conocido en dominicana como bacinilla.

Además debe estar listo emocionalmente; el niño debe estar deseoso de cooperar, y no debe obligársele si muestra miedo. Si su niño protesta vigorosamente es mejor esperar un poco.

– También deben estar preparados los padres

Pero no sólo el niño es quien debe estar listo, también los padres. Los padres deben estar conscientes de el tiempo que dedicarán a esta tarea, tienen que disponer de bloques de tiempo para dedicarlos al niño; deben resistir presiones externas, por ejemplo de los abuelitos o de las personas que cuidan al niño, sólo ellos deben decidir cómo y cuando entrenar a su hijo. Cada vez que el niño completa una etapa, aumenta su autoestima, los padres deben evitar obligarlo y entender que aprender a ir al baño es un proceso gradual dirigido por la motivación e interés del niño. También es importante que sepan que el control nocturno de la vejiga normalmente toma varios meses, o hasta años, después de que se ha controlado durante el día.

– La importancia de la alimentación

Otro aspecto de gran importancia se refiere a la alimentación del niño. Si se incrementa la ingesta de fibra y se disminuyen los lácteos, las heces serán más suaves y se desarrollarán y mantendrán movimientos intestinales regulares. Se deberá vestir al niño con ropa que sea fácil de quitar, evitando, por ejemplo, cinturones, que harán complicado que el niño se desvista.

Tienen que estar dispuestos a tolerar los «accidentes» y los retrocesos, que son normales, y que ocurren, muchas veces, cuando el niño se siente muy presionado. El usar pañales durante el entrenamiento no constituye un fracaso. El que está en entrenamiento es su hijo, no Usted. Lo importante es que el niño aprenda, así que nunca lo regañe para descargar su propia ira o frustración.

En el comercio existen calzoncitos y calzoncillos desechables que son absorbentes y muy prácticos porque se pueden subir y bajar como ropa interior y protegen como un pañal. Además tienen laterales elásticos que se pueden rasgar para cambiarlos fácilmente.

La importancia de un ambiente tranquilo:

Los problemas en el hogar pueden hacer que el niño no aprenda. Es mejor esperar si ocurre alguna de las siguientes situaciones en la casa:

• La familia acaba de mudarse de casa o se va a mudar pronto
• Un nuevo hermanito, un problema importante en la casa etc.

Sin embargo, si su niño está progresando sin problemas, no hay necesidad de detener el entrenamiento.

– Trate de evitar una lucha de poderes

Los niños de esta edad, están siendo conscientes de su individualidad. Ellos buscan maneras de establecer su independencia. Algunos niños demuestran su poder negándose a cooperar.

La mejor manera de entrenar a su niño es de forma relajada y evitando enojarse. Recuerde que nadie puede controlar dónde y cuándo un niño va a orinar más que el niño mismo. Usted debe enseñar a su hijo el comportamiento adecuado como parte del ir creciendo.

– ¿Como Empezar?

Primero:

Usted debe decidir con qué palabras designar cada parte del cuerpo, orinar y defecar. Recuerde que otras personas escucharán estas palabras; es mejor utilizar términos que no ofendan, confundan o apenen a otras personas.

Evite utilizar palabras como «apestoso» o «cochino» para designar productos de deshecho. Los términos negativos pueden hacer que el niño se sienta avergonzado. Los movimientos intestinales y la orina deben ser tratados de manera normal y natural. Su niño puede intentar jugar con las heces; no lo haga sentirse ofendido o culpable, simplemente infórmele que no debe jugar con eso.

Luego:

Cuando haya decidido entrenar a su niño, seleccione una bacinica cómoda y agradable, que sea fácil de usar por un niño pequeño, y que sus pies alcancen el piso.

– Muchos niños se sienten más seguros en ellas que en el WC, ya que al apoyar los pies en el suelo no tienen la sensación de que se caerán dentro.

– Permita que su hijo se familiarice con su bacinica, que la observe y la toque. Indíquele que es de él.

– Colóquela en un lugar conveniente para el niño, no necesariamente debe estar en el baño, puede estar en el lugar donde juega para poder tener acceso a ella fácilmente.

– Si al niño le da miedo, no lo presione. Simplemente guarde la bacinica por un par de meses.

– Permita que su niño se siente en su bacinica completamente vestido como rutina por lo menos una vez al día, pero déjelo levantarse si lo desea. No lo obligue a permanecer en ella por un tiempo determinado.

– Cuando su niño se encuentre cómodo sentado en la bacinica vestido, haga que se siente en ella sin ropa.

Los niños se interesan frecuentemente por las actividades de la familia en la baño, a veces es conveniente que observen a otros miembros de la familia usar el baño; de esta manera se incentivan a hacer lo mismo. Si es posible, las madres deben enseñar a las niñas y los padres a los niños; pero también pueden aprender de hermanos mayores u otros familiares.

Partimos:

Invite a su niño a decirle cuando desee orinar o defecar; por lo general el niño le informará de su pañal sucio después de orinar o defecar; éste es el primer paso para reconocer estas funciones corporales. Alabe a su niño por decírselo y sugiera que la próxima vez le avise antes.

Antes de defecar, su niño puede hacer algunos sonidos como gruñidos, o dejar de jugar por unos momentos, o a veces se ponen rojos de la cara al pujar. Explique a su niño que probablemente va a hacer DEPOSICIONES y es tiempo de usar el baño.

Frecuentemente el niño se tarda más en reconocer la orina que los movimientos intestinales; muchos niños no tienen control de la vejiga por muchos meses después de que aprendieron a controlar el intestino. Algunos aprenden primero a controlar la vejiga. Muchos niños aprenden a orinar sentados y después aprenden a hacerlo de pie. Recuerde que cada niño es diferente.

– Seguimos:

Cuando su niño exprese interés en orinar o utilizar el baño, llévelo de inmediato. Manténgalo sentado en la bacinica por pocos minutos cada vez. Explique qué desea Usted que suceda. Sea alegre y natural. Si el niño protesta enérgicamente, no insista, es mejor esperar.

A veces es útil llevarlos a la bacinica como parte de la rutina diaria del niño, después de las comidas o antes de la siesta. Recuerde que no se puede controlar cuándo el niño desea ir al baño.

El éxito del entrenamiento depende de enseñarlo al ritmo adecuado para el niño; Usted debe apoyar los esfuerzos del niño. No trate de forzar resultados rápidos. Cuando haya éxito, elogie al niño y abrácelo. Si ocurre algún error, pórtese de manera natural y no se enoje. El castigo hará que el niño se desilusione y el proceso tomará más tiempo.

Enseñe al niño hábitos higiénicos adecuados; enséñele a limpiarse correctamente. (Las niñas deberán limpiarse de adelante hacia atrás para evitar infecciones de la vejiga y de la vagina). Asegúrese de que se laven las manos después.

Algunos niños piensan que sus deshechos son parte de su cuerpo; el ver que se los tira puede asustarlos; algunos se asustan si se tira la cadena mientras están sentados. Los padres deben explicar lo que son los deshechos corporales. Para darle al niño una sensación de control, permita que él jale el baño. Esto hará que se pierda el temor al sonido del agua y a la desaparición de las heces.

– Finalmente:

Una vez que el niño ha conseguido éxitos repetidos, se debe reforzar el uso de los pañales entrenadores. Este momento será especial. Su niño se mostrará satisfecho de este símbolo de confianza. Sin embargo, esté preparada para «accidentes». Puede tomar semanas, incluso meses, antes de que el entrenamiento sea completo. Durante este período es conveniente continuar con la rutina de llevar al niño a la bacinica en momentos específicos del día. Si el niño tiene éxito, es una oportunidad para elogiarlo y alentarlo. Si no, de todas maneras es una buena práctica.

Al principio, muchos niños orinarán o defecarán justo cuando se levantan de la bacinica. Puede tomar tiempo para que el niño aprenda a relajar los músculos que controlan los intestinos y la vejiga. Si estos «accidentes» ocurren muy seguidos, su niño no está listo para el entrenamiento.

Algunas veces el niño pedirá un pañal cuando necesita defecar y podrá ir a algún lugar en privado. En vez de considerar esto un fracaso, elogie al niño por reconocer los movimientos intestinales. Sugiera que se quede en el baño de pie, con el pañal puesto, y después haga que se siente en la bacinica, todavía con el pañal puesto; y finalmente que se siente sin el pañal.

Los patrones de defecación varían; algunos niños tienen movimientos intestinales 2 ó 3 veces al día. Otros pueden tardar de 2 a 3 días entre cada movimiento intestinal. Es más fácil si el niño tiene una dieta conveniente que produce heces suaves.

Los intentos exagerados para el entrenamiento pueden resultar en diarreas o estreñimientos.

Consulte a su pediatra si el niño presenta cambios en la naturaleza de las heces o si presenta molestias. Nunca use supositorios o enemas que no sean prescritos por el médico.

La mayoría de los niños alcanzan control absoluto durante el día a los 3 ó 4 años de edad. Si después de esta edad continúan ensuciándose, coméntelo con el pediatra.

Puede tomar varios meses o años antes de que el niño tenga el mismo control por las noches. La mayoría de las niñas y el 75% de los niños permanecen secos por la noche a la edad de 5 años. Si su niño continúa mojándose por la noche después de los 5 años, consulte a su pediatra.

Por lo general el niño le hará saber cuando puede cambiar de la bacinica al inodoro. Asegúrese de que su niño tiene la altura suficiente, y practique con él.

– Consulte en los controles sanos con su medico

Si surge alguna duda durante el entrenamiento, consulte a su pediatra. Por lo general son problemas menores que se arreglan fácilmente; pero a veces, las causas físicas o emocionales requieren tratamiento. Su pediatra la puede ayudar a hacer más fácil este entrenamiento y puede identificar y manejar problemas que sean más serios.

¿ESTÁ LISTO?

Los siguientes signos indican que el niño está listo para ser entrenado:

• Su niño permanece seco por lo menos 2 horas durante el día y está seco después de la siesta
• Los movimientos intestinales son regulares y predecibles
• La expresión facial, la postura o palabras, revelan que el niño desea orinar o defecar
• Su niño puede seguir instrucciones verbales sencillas
• Su niño está incómodo con el pañal sucio y pide que se lo cambie
• Su niño pide usar el WC o la bacinica
• Su niño desea usar ropa interior para mayorcitos

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