Desde pequeños los niños deben adquirir el hábito de cepillarse los dientes, para asegurarse una boca limpia y saludable.

En un comienzo, comenzaremos nosotros, los padres a realizar el cepillado, para que a medida que el niño vaya creciendo ya sea capaz de hacerlo por sí solo.

Comenzaremos a hacerlo una vez al día, y el mejor momento es a la noche, antes de ir a descansar.

Luego de los dos años, que es cuando ya han nacido la mayoría de los dientes, puedes comenzar a cepillárselos con una gota de pasta dental.

Luego de un tiempo, el cepillado comenzará a hacerse dos veces al día. Una vez antes de dormir, y la otra puede ser al levantarse y luego de desayunar.

Si el niño pide cepillarse el solito los dientes, no le quitemos la posibilidad, debemos darle la opción de hacerlo una vez al día, él por la mañana y usted por la noche.

No se preocupe si su hijo no desea que le cepillen los dientes al comienzo, tenga mucha paciencia, y comparta ese momento con él; cepille también sus dientes, explíquele lo que le puede ocurrir a sus dientes si unos bichitos muy pequeñitos y malos entran a su boquita.

Recuerde que un buen cepillado alejará al niño del odontopediatra para arreglos que pueden causarle más temor y malestar que un simple cepillado.

No obstante, nunca está de mas una o dos visitas al año con el odontopediatra, para que el niño se vaya acostumbrando a que le revisen sus dientes.

¿Cómo cuidar los dientes de tu niño?

 Aunque creas que tu hijo ya sabe cepillarse los dientes, debes asegurarte de que realmente lo haga de forma correcta, por ello es importante que los supervises  y que además le enseñes a cómo utilizar el hilo dental, al menos una vez al día.

El agua del cepillado

Si tu hijo aún toma un poquito del agua con la que realiza su cepillado, debes tener presente proporcionarle agua purificada, ya que así evitarás gastroenteritis o que el mismo tome agua contaminada.

El envase donde viertes el agua debe fregarse todos los días, especialmente si lo guardas en un lugar oscuro, donde no tienes control de si una que otra plaguita anduvo por su superficie, dejando en el heces o microbios, obviamente malos para la salud de tu hijo.

Si el niño pide cepillarse el solito los dientes, no le quitemos la posibilidad, debemos darle la opción de hacerlo una vez al día, él por la mañana y usted por la noche.

No se preocupe si su hijo no desea que le cepillen los dientes al comienzo, tenga mucha paciencia, y comparta ese momento con él.

Cepille también sus dientes, explíquele lo que le puede ocurrir a sus dientes si unos bichitos muy pequeñitos y malos entran a su boquita.

Si cree que su hijo no hará un correcto cepillado, ponga un poco de pasta dental al practicarle el cepillado, pero cuando sea su turno enjuáguele primero y luego permítale repetir la lección de higiene que acaba de enseñarle, así evitará que lo trague.