Siempre se habla de que lo ideal es que los niños vivan en un mundo donde no haya guerra, donde la paz sea un común denominador en su alrededor… pero la promoción de este valor no solo es una cuestión gubernamental ni de las instituciones nacionales o internacionales.

Enseñar con el ejemplo es la mejor manera de que los más pequeños puedan llegar a ser adultos pacíficos. De nada sirve que se les muestre este valor en las escuelas, si en sus casas observan todo lo contrario.

La principal recomendación es educar para la paz. El UNICEF define el concepto como “un proceso de promoción del conocimiento, las capacidades, las actitudes y los valores necesarios para producir cambios de comportamiento que permitan a los niños, los jóvenes y los adultos prevenir los conflictos y la violencia, tanto la violencia evidente como la estructural; resolver conflictos de manera pacífica; y crear condiciones que conduzcan a la paz, tanto a escala interpersonal, como intergrupal, nacional o internacional”.

Y aunque este concepto suene rebuscado, ponerlo en práctica no es nada complicado. Basta con enseñarles, desde la propia casa, ciertas actitudes que encaminen a los niños hacia el rumbo que se quiere.

Acciones. Desde enseñarles a mostrar siempre una sonrisa hasta motivarlos a ser solidarios, siendo bondadosos con los necesitados, que aprendan a solucionar sus conflictos con los hermanos y amigos utilizando el diálogo, que sean respetuosos de los derechos ajenos… son algunas de las acciones que pueden llevarse a cabo para promover una sociedad de paz.

Día Internacional de la paz. La ONU decretó que hoy, 21 de septiembre, se dedique a reforzar los ideales de la paz en todas las naciones. El lema de este año es “Alianzas para la paz, dignidad para todos”.