¿Cómo era la vida del dominicano bajo el dominio haitiano?

¿Cómo era la vida del dominicano bajo el dominio haitiano?

La ocupación militar haitiana de Santo Domingo fue un período histórico que duró 22 años, iniciando el 9 de febrero de 1822

Como la mayoría sabe, la República Dominicana libre e independiente que se conoce hoy, no siempre ha tenido ese privilegio, y con ello, por ende, los dominicanos que vivieron en las últimas dos décadas pre-independentistas, presenciaron como su pueblo, su nación, sus familias, eran gobernadas y controladas por otros, los haitianos.

La ocupación militar haitiana de Santo Domingo  fue un período histórico que duró 22 años, iniciando el 9 de febrero de 1822, y que terminó el 27 de febrero de 1844 con la proclamación de la Independencia. En la ocupación, Haití gobernó la parte oriental de la isla, dígase República Dominicana, bajo el comando del general Jean-Pierre Boyer.

Origen de la Ocupación Haitiana

 La invasión haitiana se produjo sin derramamiento de sangre y se dice que fue aceptada pasivamente por los dominicanos, porque en principio su grito de guerra era la eliminación de la esclavitud en esta porción de la isla. Tan pronto pisó suelo dominicano, Boyer  declaró la abolición de la esclavitud en el lado nuestro, lo que permitió que las condiciones de vida de las personas que estaban en esa situación mejoraran, sin embargo,  decidió poner a los dominicanos a pagar la deuda haitiana contraída con Francia, de 150 millones lo que desató una fuerte resistencia entre haitianos y dominicanos, y con esto, comenzó la tortura de 22 años.

¿Cómo era el diario vivir de los dominicanos bajo la ocupación?

Bajo el dominio de los haitianos, los dominicanos se dedicaban especialmente a la ganadería, ya que los hatos ganaderos eran los que primaban en le economía del país, sin embargo, esos veintidós años de ocupación haitiana, son recordados en gran medida por los dominicanos como un brutal período de régimen militar.

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En este período la población vivió bajo tensión y temor a causa de las medidas de fuerza tomadas por el régimen de Jean Pierre Boyer que afectaron sus intereses, ya que se llevaron a cabo expropiaciones de tierra a gran escala. Se impuso el servicio militar, se restringió el uso de la lengua española y se trató de eliminar las costumbres tradicionales como las peleas de gallos. Esta situación avivó la percepción que tenían los dominicanos de sí mismos y sus diferencias con las costumbres haitianas en términos de idioma, raza, religión y costumbres nacionales.

Jean Pierre Boyer. (Ramón L. Sandoval.)

¿Qué alteraciones sufrió la Cultura Dominicana con la llegada de los haitianos?

Al momento de la invasión haitiana, la Cultura Dominicana sufrió muy pocas alteraciones, ya que aunque los dominicanos vivían prácticamente en esclavitud, no acogieron inmediatamente las costumbres de los del vecino país. Por ejemplo: Los haitianos trataron de imponer el idioma francés como lengua oficial para los documentos del Estado, pero esto quedó en sólo un intento fallido, ya que los dominicanos no lo permitieron.

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Sin embargo, con el pasar del tiempo, paulatinamente empezaron a penetrar algunas costumbres haitianas y que fueron acogidas por los dominicanos, especialmente en la región suroeste del país.

Algunas de esas costumbres se reflejaron en la gastronomía, ya que platos que eran principalmente haitianos, empezaron a ser de preferencia también para los dominicanos, e incluso, hoy en día forman parte importante de la gastronomía dominicana como el «Chenchén» y el «Chacá», aunque este último procede originalmente de África.

Otra de las costumbres implantadas a los dominicanos fue el baile «Budú», también especialmente en la región suroeste del país, y aunque antes de la llegada de los haitianos ya se practicaba esta «religión» en el país, con la invasión de Haití esto tuvo más utilidad entre los dominicanos, e incluso tuvo modificaciones inspiradas en el «Budú haitiano».

Intentos fallidos de independencia

Desde el principio de la ocupación haitiana hubo varios intentos independentistas, pero lamentablemente ninguno tuvo el éxito anhelado, entre todos, el más destacado fue:

La Conspiración de Los Alcarrizos de 1823

En los primeros años de la ocupación haitiana, hubo conatos separatistas, pero el que más impacto causó por la severidad de las sanciones que se aplicaron a los sediciosos fue la Conspiración de Los Alcarrizos, un movimiento gestado por un grupo de hombres con el propósito de echar al gobierno de Boyer y buscar la protección de España.

Los caudillos de la asonada de 1824 fueron Baltazar de Nova, Antonino González, Juan Jiménez y el presbítero Pedro González.

Según el historiador José Gabriel García, la derrota se debió a “una imprudencia que cometió Baltazar de Nova, quien adelantándose a la hora del pronunciamiento, reunió en las inmediaciones de San Carlos una partida de hombres de los campos, causando la alarma de las autoridades y excitando el furor del general Jérôme-Maximilien Borgella, quien salió con doscientos hombres a dispersar y perseguir a los amotinados, de los cuales unos huyeron y otros cayeron prisioneros”.

Fue aplastada sin misericordia por el régimen haitiano

Independencia de la República y Fin de la Ocupación Haitiana

El 16 de Julio de 1838, un joven de apenas 25 años, pero cansado de la esclavitud impuesta a su nación, decidió formar una sociedad secreta, conjunto a otros hombres que tenían lo mismo en común: El deseo por la libertad, aunque ella significase la muerte, este es el Patricio Juan Pablo Duarte y la Trinitaria.

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El nombre La Trinitaria le fue puesto en honor a la Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo. El nombre la Trinitaria hace alusión al método de reclutamiento, en el cual cada uno tenía como misión reclutar a otros dos miembros adicionales, y estos a su vez no daban a conocer la identidad de los demás.​ Esta técnica utilizada fue importada por Duarte tras su estancia en Europa. Juan Pablo Duarte y los otros miembros fundaron la Trinitaria con el Juramento Trinitario, el cual también fue puesto en honor a la Santísima Trinidad. Libertad

Tras años de preparación, fue finalmente el glorioso 27 de febrero de 1844 cuando la República Dominicana pudo ser libre del dominio haitiano con la proclamación de la independencia.

La separación de Haití fue proclamada en la Puerta de la Misericordia luego del disparo del trabucazo dado por el patricio Matías Ramón Mella en la madrugada del día 27 de febrero de 1844 y por la enhestación de la bandera tricolor en la puerta de El Conde por el patricio Francisco del Rosario Sánchez, ambos inspirados por los ideales del fundador de la nacionalidad, Juan Pablo Duarte.

¿Cuál fue la reacción de los dominicanos a la Independencia?

El fin a la ocupación haitiana tuvo buena acogida en los residentes de la ciudad de Santo Domingo quienes hondearon banderas españolas en su mayoría y algunas francesas . Los dominicanos estaban totalmente cansados de la ocupación haitiana, por lo que la independencia fue el regalo que habían pedido por 22 largos años.

Como respuesta a a independencia, Charles Rivière-Hérard encabezó desde Haití una invasión que fue sofocada por el general Pedro Santana, secundado por el general Antonio Duvergé en la batalla del 19 de marzo de 1844 en Azua. Quedaron en el campo más de 1000 haitianos muertos, mientras que los dominicanos solo sufrieron 2 muertos y 3 heridos.

Finalmente, aunque fueron 22 años de sufrimiento, ese lapso sirvió para que naciera en algunos hombres ese espíritu de libertad, que eventualmente terminó en la elaboración de la bandera más hermosa del mundo, siendo la única que en su escudo tiene el símbolo de una biblia abierta en Juan 8: 32 «Y conoceréis la verdad; y la verdad os hará libre», además de ser también la única con tener el nombre de «Dios» en ella. La esclavitud y humillación, despertó el amor patriótico y la pasión, algo que jamás se perderá del corazón de los dominicanos.

Este trabajo contó con la colaboración del maestro de Historia Agustín Medrano.

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