No hay certeza de que se pueda evitar, pero es razonable pensar que las mismas prácticas que ayudan a controlarla, también pudieran evitarla, o posponerla. Estas son algunas de las cosas que se pueden hacer:

Mantenga un peso corporal saludable. Perder incluso unas pocas libras, si usted tiene sobrepeso, puede reducir la presión arterial. La pérdida de peso (que se logra mediante dieta y ejercicio) a veces puede ayudar a controlar la hipertensión, sin necesidad de utilizar medicamentos, o con dosis más bajas de estos.

 No fume. Una persona con alta presión arterial que fuma corre un riesgo serio. Cada cigarrillo sube la presión arterial. Dejar de fumarlo, la baja.

 Ejercítese regularmente. El ejercicio es útil tanto para evitar como para tratar la hipertensión. Por una parte, le ayuda a perder peso. También puede bajar algo la presión sanguínea, aunque no se sabe exactamente cómo ocurre esto. Hay otros beneficios además de la reducción de la presión: por ejemplo, los ejercicios aeróbicos reducen su riesgo de ataque cardiaco. Si usted lleva una vida sedentaria y está solo empezando un programa de ejercicios para combatir la hipertensión, recuerde que pudiera no ver los resultados en varios meses. Pero solo 30 minutos de una marcha cuatro o cinco veces a la semana puede dar resultados con el tiempo.  

SI ES HIPERTENSO

Si ya usted padece de alta presión arterial y planea ejercitarse con intensidad, primero debería consultar el programa con su médico. No obstante, ni el ejercicio, ni cualquier modificación en su estilo de vida es una panacea, o un sustituto de los medicamentos anti-hipertensivos, si estos ya son necesarios.

Lleve una dieta rica en frutos, cereales y granos, vegetales, y productos lácteos bajos en grasa. Le recomendamos ver la dieta «DASH» en esta misma página.

 Mantenga la ingestión de sodio baja (inferior a 2.400 miligramos diarios). Hay una intensa disputa entre los científicos y otros sobre esta recomendación, pero pensamos que es un buen consejo. Hay muchas pruebas de que una alta ingestión de sodio eleva la presión sanguínea en algunas personas. Una dieta alta en sodio no aporta ventajas, y sí tiene muchas desventajas. Por ejemplo, la dieta salada típica es probable que contenga cantidades de alimentos procesados, que sean bajas en vitaminas y minerales, y altas en grasas. Reducir la ingestión de sodio suele ser un paso importante en el tratamiento de la presión alta.

 Si usted bebe alcohol, hágalo con moderación: no más de un trago diario para una mujer, o dos para un hombre. (Un trago se define como 1.5 onzas de bebidas espirituosas [80º proof],  5 onzas de vino, o 12 onzas de cerveza, todas las cuales contienen la misma cantidad de alcohol).

MEDICINA ALTERNATIVA: ¿SE HA PASADO DE BRONCEADO?
CÓMO ALIVIAR LAS QUEMADURAS SOLARES

Si no ha hecho caso a los consejos que le hemos dado para evitar las quemaduras solares, puede intentar aliviarlas con las siguientes medidas.

 Tenga leche a mano: empape una gasa en leche (a temperatura ambiente) y aplíquele 20 min. sobre la zona quemada. Repítelo cada 2-4 horas.

 La huerta también le ayuda: hierva un poco de lechuga en agua, escúrrala y déjela enfriar en la nevera por varias horas. Después, aplíqueselo con algodón. También vale el pepino, papa o manzana.

 Más vitamina E en su dieta: los alimentos ricos en esta vitamina (aceites vegetales, germen de trigo, frutos secos) ayudan a reducir la inflamación de las quemaduras.

 Minerales aliados: el potasio alivia las quemaduras, el zinc repara los tejidos dañados, así como el selenio, que también calma el dolor.

 Apúntese al propóleo: facilita la cicatrización y regeneración de la piel dañada. Además, aplíquese compresas de consuelda mayor, sola con aceite de germen de trigo.

 Homeopatía por un tubo: tome Apis 15 CH, cinco gránulos cada 10 minutos (hasta seis veces). Si la quemadura escuece, recurra a la Urtica arens.

 Higiene, la justa: mientras dure la quemadura, no son aconsejables jabones o perfumes fuertes, ya que resecan e irritan más la piel. Utilice jabones suaves y no frote con demasiada fuerza. Fuente: Prevenir

DIABÉTICOS: ¡OJO CON LA SOBREMESA!
MÁS RIESGO CARDIOVASCULAR EN LAS DOS HORAS POSTERIORES A COMER

Si ya de por sí la diabetes tipo 2 aumenta entre dos y cuatro veces la probabilidad de padecer un accidente cardiovascular, las horas posteriores a la comida son especialmente “peligrosas”.

Durante este intervalo de tiempo, denominado glicemia posprandial, se produce una pérdida de la secreción de la insulina, que tiene como consecuencia la aparición de los llamados picos de glucosa, causantes de los accidentes cardiovasculares. Así lo ha señalado el especialista Ramón Gomis en el transcurso de las Primera Jornadas de Actualización de Medicina de Familia, celebradas en Madrid. Fuente: Prevenir

COCINA A VAPOR
PAUTAS PARA REALIZAR CORRECTAMENTE ESTA TÉCNICA CULINARIA

 En estos tiempos la cocina al vapor es una buena solución, y saludable, pues hace que se pierdan menos vitaminas (hasta el 50 por ciento en el caso de la vitamina C) que con otras cocciones. Siga los consejos de la experta francesa Elyse Chanterelle.

Alegre el agua: puede añadir al agua que va a hervir un cubito de caldo, alguna especia o un chorro de vino u otro licor para dar mejor gusto a lo que cocina.

La sal después: no sale los alimentos antes de cocinarlos al vapor. Se dará cuenta de que es algo inútil. Eche la sal cuando ya estén cocidos.

Mejor, pequeño: si cocina verduras de gran tamaño (calabacín, papas, berenjenas), es mejor que las parta en trozos pequeños para que tarden menos tiempo en hacerse.

El tiempo justo: conviene que controle el tiempo que precisa cada alimento para estar bien cocido (por ejemplo, la coliflor tarda 15 minutos; el arroz, 20; el pescado, 10…)

Y tire el agua: no utilice el agua de cocción para elaborar alguna salsa o con otro fin, pues contiene los lípidos y las sales residuales de los alimentos. Fuente: Prevenir