Cómo evitar la osteoporosis

Cómo evitar la osteoporosis

Tal y como su nombre lo indica, osteoporosis debilita los huesos (en particular los de la cadera y las vértebras), que pierden solidez y se tornan porosos, frágiles.

La prolongación de la experiencia de vida ha concedido relevancia a esta enfermedad de desarrollo lento y silencioso, que se observa en una de cada tres mujeres después de la menopausia y también se da en hombres, por lo general mayores de ochenta años.

Debido a que la osteoporosis no produce síntomas, es indispensable la consulta precoz con el especialista para efectuar una desintometría y otros estudios que permitan conocer el estado de los huesos.

Dentro de las personas que están en riesgo de padecer esta enfermedad se encuentran las personas que no incorporan suficiente calcio a través de la alimentación.

 De igual forma, las mujeres, sobre todo cuando la producción del calcio cesa con la menopausia o se interrumpe por desórdenes alimentarios o por actividad física extenuante.

También tienen riesgo los que llevan una vida sedentaria, los fumadores y aquellas personas que abusan del alcohol.

A la hora de querer prevenir y combatir esta enfermedad, es importante tener en cuenta que el calcio es el mineral que más abundan en el cuerpo, y se concentra cai exclusivamente en los huesos y en los dientes. Además de mantenerlos sanos, cumple otras funciones importantes como participar en la contracción muscular, en la coagulación sanguínea y en la activación de numerosas enzimas. Los niños y jóvenes lo precisan como material de construcción. Los adultos, como acopio para el futuro.

Los mayores, como defensa contra la desmineralización progresiva. A fin de impedir que el organismo lo “robe” de los huesos es indispensable proporcionarlo a diario con la alimentación. El suministro debe ser adecuado a cada momento de la vida.

El calcio que mejor se asimila es el que proveen los lácteos. Dejar rde consumirlos tempranamente- por el capricho adolescente de considerarlos alimentos “para niños”, o por la adhesión a tendencias que cuestionan su utilidad para los adultos-es un error que puede costar caro.

 Los beneficios de este valioso mineral se aprovechan plenamente si se observa un balance correcto con otros nutrientes.

Es importante tener presente que la actividad física juega un papel destacado en los niños, para que adquieran depósitos de calcio; en los adolescentes, para que consigan una buena masa ósea; y en los adultos, para que logren reducir la pérdida de hueso.

Con el objetivo de fortalecer los huesos se recomienda caminar, correr, subir y bajar escaleras, hacer gimnasia con baile y realizar varias sesiones semanales de ejercicios con pesos de  moderada intensidad.

Las actividades que aumentan la fuerza, la flexibilidad y la coordinación previenen las fracturas de manera indirecta, porque ayudan a evitar las caídas, sobre todo en personas mayores. El ejercicio no está desaconsejado para quienes sufren de osteoporosis; por el contrario, es adecuado.

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