En 2020, el impacto estimado en las aerolíneas fue de aproximadamente US$370 mil millones de pérdidas en ingresos en comparación con 2019, de acuerdo con reportes de la firma McKinsey & Company, los cuales estiman que, al agregar la cadena de suministro y otros sectores o subsectores, esta cifra se acerca al medio billón de dólares de pérdidas en la industria.
“Durante la pandemia del COVID-19, pocas industrias se han visto tan afectadas como las aerolíneas. A medida que nos recuperamos, pocos tendrán más desafíos que esta industria para volver a la normalidad. Sin embargo, algunos mercados ya comienzan a ver importantes indicios de recuperación”, explica Antonio Novas, socio de McKinsey & Company y representante de la firma en República Dominicana.
Sobre dicha recuperación, la firma señala que el escenario más optimista de volver a la normalidad, o al menos a los volúmenes de 2019, es a finales de 2022.
“Sin embargo, incluso si la demanda regresa antes, es posible que no veamos la recuperación total de los volúmenes hasta bien entrado 2023, simplemente porque la industria puede aún no estar preparada para aceptar a esos pasajeros”, añade Novas.
Según datos del área de Viajes, Logísticas e Infraestructura de McKinsey en Londres, en algún punto de 2020, las aerolíneashicieroncerca de menos del 95 por ciento de vuelos, comparadocon el tráfico de 2019 durante el mismo periodo.
Algunas partes del mundo han retornado a algún grado de normalidad como es el caso de los vuelos en China, donde el virus ha sido contenido satisfactoriamente y los vuelos domésticos se acercan a la normalidad.
En el caso de Nueva Zelanda y Australia, al menos internamente se recuperan y Estados Unidos retoma algunos vuelos domésticos. Hasta el momento la mayor esperanza recae en la demanda de vuelos de carga que sí se han visto fortalecidos, como evidencian las estadísticas de vuelos.
De acuerdo con datos recabados por McKinsey, los clientes de la industria de aerolíneas son mucho menos elásticos que antes y la fijación de precios es un tema muy desafiante en este momento, en especial porque hay pocos precedentes confiables.
“La industria se encuentra en una encrucijada, tomando en cuenta el impacto en las cadenas de suministros y sectores codependientes”, explica Robin Riedel, socio y director del departamento del Grupo de Movilidad Aérea Avanzada de McKinsey.“Si agregamos absolutamente todo, nos acercamos al trillón de dólares en pérdidas a lo largo de la industria de viajes.Esas pérdidas han impactado compañías por un lado y a empleados por el otro. Hemos visto pilotos, auxiliares de vuelo, mecánicos y todo tipo de trabajadores perder sus fuentes de sustento por la crisis y sin un claro camino de regreso”, narró Riedel.
Proyección a recuperación
McKinsey & Company proyecta quelas aerolíneas que logren sobrevivir a largo plazo dependerán en cierto modo del soporte de los gobiernos. Un significativo salto a los niveles pre-COVID se podría proyectar hasta el 2022,2023 o inclusive 2024.
Aun así, aseguran que se empieza a ver la luz al final del túnel aunque este sea largo, pues a pesar de que la caída económica ha sido significativa, no se ha visto una quiebra de los mercados globales y el precio de los activos se mantiene arriba.
Además, de acuerdo con el informe de McKinsey & Company sobre Tendencias de 2021 y los años por venir, pese a que no se percibe una recuperación acelerada de los viajes de negocios, debido en gran medida a que las empresas han reemplazado muchos de los viajes de negocios por el uso de tecnologías como Teams, Zoom y Webex, síse proyecta un importante aumento en los viajes de placer.
En cuanto a impacto en los empleados, muchas compañías han tomado decisiones con el fin de proteger a sus colaboradores tanto como pueden.“Me han alentadomuchas de las acciones que hemos visto por parte de las compañías.Aerolíneas y colaboradores se han inclinado a encontrar acuerdos creativos, como reducir las horas de vuelo para pilotos individuales para mantenerlos a todos, o reducir paquetes de compensación a corto plazo para amortiguar las finanzas”, agrega Riedel.
Otros temas importantes para la recuperación incluyen la reducción de carbono como el futuro de la movilidad aérea, transporte de carga con drones y un giro a la hora de enfatizar la positiva experiencia del cliente, especialmente en las aerolíneas más tradicionales de cara a las proyecciones venideras.