Navidad es una fecha propicia para sembrar valores, podemos aprovecharla para inculcar el altruismo en nuestros hijos. En ese sentido nos serviría tomar como ejemplo la figura de Santa Claus, es una persona que se prepara todo el año para tener la cantidad de regalos suficientes para distribuirlos a todos los niños del mundo sin recibir nada a cambio.
Otra lección que nos aporta especialmente la navidad, es que los actos y gestos de intercambio se dan por amor. En estas fechas, se les pone a los niños a pensar en todo aquello que han recibido por parte de sus profesores, cuidadores, familiares y amigos, y se les incentiva a tener para con ellos un detalle tangible que represente el reconocimiento de lo intangible que han recibido. En esta época, se les desarrolla la capacidad para pensar en la entrega que ha tenido la maestra, entre otros aspectos que son vitales para el desarrollo de aptitudes humanizadas.
Es saludable entonces inculcar en el niño la reflexión sobre lo que se ha recibido por parte de otros, esto fomenta valores sin los cuales no se puede ser feliz, tales como el agradecimiento. Además, coloca a otros en un lugar protagónico. Si no se ha pensado acerca de los demás durante el año, en esta época el otro surge a la vista. Lo que si debemos evitar inculcar es el dar regalos “por cumplir”, es decir, tener un gesto irreflexivo, que se reduce en un “regalar”, más que en agradecer. Aquí estriba la gran diferencia entre el consumismo y los valores del amor, la reflexión y el agradecimiento.
Las formas de recibir a los Reyes Magos y a Santa Claus, pueden ser tantas como familias hay. Es muy importante que sean los miembros de la familia quienes elijan cómo desean recibirlos. Algunas formas tradicionales es el Santa que aparece durante la fiesta de Navidad, o los Reyes Magos que tomaron la leche y galletas dejadas por los niños durante la madrugada.
Una de las mejores formas es lograr que el niño valore el esfuerzo y entrega de un personaje que se interesa por indagar sus gustos y los deseos de su corazón, para llenarlo de alegría. Ayudar al niño a detenerse en estas reflexiones, hará que desee mostrar un aprecio genuino por Santa, y de esto devendrán buenas actitudes, máss allá que el simple portarse bien para esperar algo a cambio.
Los colegios juegan un papel fundamental, ya que aportan una gran esencia a la atmósfera de navidad, uniéndose al sentir general. No es un secreto el hecho de que los niños pasan más horas en sus centros de estudio que en cualquier otro lugar, esto implica que allí tendrán una fuente propicia para internalizar valores relacionados a esta época.
Los colegios pueden preparar Veladas maravillosas durante las cuales son los niños quienes agradan a sus familiares luego de largas preparaciones para ese momento especial. Mediante esta estas actividades el niño vence los típicos miedos y ansiedades que pueden producir estas presentaciones, a fin de alegrar a su familia y a sus amigos.
A pesar de que diciembre es un mes alegre, paradójicamente tiende a traer consigo crisis emocionales, causando incluso conmoción por carencias afectivas, regularmente se reporta un alto número de crisis depresiva puesto que esta época produce añoranzas y recuerdos que a veces son motivo de tristeza.
En ocasiones estas depresiones son causadas por factores de estrés y ansiedad, provocados por la presión social, familiar, cierre de un ciclo o año; incluso hasta por falta de recursos para poder adquirir o comprar los regalos y falta de dinero para las festividades navideñas.
Lo ante expuesto me obliga a hacer las siguientes reflexiones a modo personal y profesionalmente:
• Lo más importante no es el valor monetario del regalo, sino compartir con nuestros seres queridos.
• Aprovechemos esta época para redescubrir y confirmar nuestros valores cristianos.
• Volvamos a plantearnos lo que queremos y hacia dónde vamos, qué amor tengo, cuánto amor doy, y cómo puedo ser mejor persona cada día.
• En esta época del año y siempre es importante apostar al ingrediente del amor a nuestros semejantes.
Durante la navidad tiende a dispararse nuestros gatos de manera exorbitante, tanto que en ocasiones nos dejan un mal recuerdo, por lo que también es necesario ser comedido. Una buena opción son los paseos familiares por plazas comerciales, que por lo general organizan eventos gratis para los visitantes.
Las tarjetas manuales con un mensaje creativo pueden funcionar como un buen regalo.
No estaría mal aprovechar las verdaderas ofertas para comprar lo que necesitas o un detalle para un ser querido, pero siempre teniendo en cuenta que la inversión esté dentro de tu presupuesto. La autora es psicóloga y educadora, directora y fundadora de MLC SCHOOL Twiter: @MLC_Schoolrd @SVirginiaP Instagram: @pardillavirginia.