Una vez que terminen las fiestas navideñas nuestro hogar necesita limpieza y organización.
Es importante que con el mismo esmero que los colocamos, los retiremos, eso nos garantiza que se conserven y podamos volver a usarlos.
Si usaste un árbol de Navidad artificial, desmóntalo guardando cuidadosamente las ramas por orden y el tronco en una caja o en bolsas plásticas para que no acumule polvo.
Para desmontar las guirnaldas navideñas, retíralas sin halar para que no se maltraten y enróllalas para que guarden la forma, luego las colocas en un recipiente de plástico.
Retira las luces del árbol con mucha paciencia, envuélvelas en tu brazo a medida que las quites y así las guardas para que no se enreden para el próximo año.
Debemos guardar con cuidado los adornos y colocar todo en un lugar seco y que no reciba luz directa del sol para que se conserven. Despolva todos los adornos, piezas decorativas y hasta el árbol, es buena idea usar un paño húmedo y esperar a que todo esté bien seco antes de guardarlos para que evites hongos.
Igualmente etiqueta las cajas para que puedas ver qué guardaste. Aunque parezca una tarea ardua, guardar todo de forma organizada nos evitará mucho dolor de cabeza para el próximo año.
Una vez fuera la decoración navideña es momento de hacer una buena limpieza y reubicar el mobiliario que tal vez tuvimos que cambiar de lugar o guardar durante las fiestas. Si vamos a cambiar la colocación en algún espacio, no hay mejor momento.
Es normal que luego de que la casa estuvo llena del esplendor y las luces de la Navidad, se sienta vacía y triste por lo que no debemos apresurarnos a cambiar la decoración o salir a hacer nuevas compras de adornos.
Lo mejor es esperar un tiempo y luego decidir si se va a invertir en un nuevo decorado. Mientras, puede servir colocar algunas flores para que se llene la casa con el colorido y la frescura de la naturaleza.