Cómo hablar con los niños sobre la crisis económica, una  psicóloga aconseja

Cómo hablar con los niños sobre la crisis económica, una  psicóloga aconseja

Adoptar medidas de ahorro en días festivos y reuniones familiares representa un reto para muchas de las familias dominicanas. Ser austeros no significa vivir indignamente, es solo una temporada donde nos toca ser más cautos con los gastos.

Hablar de austeridad y economizar con nuestros hijos no debe convertirse en un problema  difícil de enfrentar, todo lo contrario, según la  edad o etapa evolutiva en la que se encuentren los hijos, podremos hacer con ellos el mejor de los equipos.

Así lo explica Natalia Nin, psicoterapeuta, especialista en Psicología Dinámica, Psicodiagnóstico, e Intervención e Investigación del Centro Alas Formación & Apoyo, de Claudia Simó.

También indica que todo cambio que sucede dentro de la familia merece un diálogo con los hijos, aunque los pequeños no sean partícipes de ellos, si se ven impactados por las consecuencias de las decisiones que los padres toman.

“En algunos los cambios pueden ser difíciles de asimilar y comprender, así que una buena conversación para concienciarlos de la realidad y  de las medidas y soluciones que se prepararon le darán la seguridad a los hijos, pequeños o jóvenes, de que todo está bajo control y que la casa y la familia siguen siendo un lugar seguro. Esta estrategia le dará  las herramientas para que logren acomodarse al entorno familiar y social que les rodea”.

Señala que  lo primero que se debe hacer es llegar a un acuerdo como padres. ¿Qué medidas se van a tomar? ¿Cuál es el presupuesto? ¿Qué gastos se van a recortar? Coordinar que información es prudente para los hijos según su edad, por ejemplo, un adolescente entiende más rápido y logra adaptarse más que un niño de tres años que se encuentra en la etapa de los “Yo quiero”, y “Eso es mío”. Por esto nuestro lenguaje y expectativas de comprensión van correlacionados a la edad de los hijos.

“En segundo lugar, converse con sus hijos lo más pronto posible, hágalos conscientes de que ustedes son los responsables de los gastos, informe sobre  las medidas que decidieron tomar y explique cómo esperan poder ser un equipo en este momento cuando nos toca como sociedad ser más sigilosos con los gastos. Hacerles entender que el dinero es limitado, que hay sacrificios y mucho trabajo para ganarlo y no se puede derrochar y desvalorar todo el esfuerzo que se hace.

Para los más pequeños, también podemos decirles que Santa Claus y Los Reyes Magos también están haciendo cambios para poder comprar todos los regalos, que están más caros, y poder repartirlos entre los niños del mundo”, recomienda la especialista.

En un tercer lugar, Natalia aconseja preguntarle a sus hijos qué piensan, cómo se sienten, qué ideas tienen para ayudar;  si tienen alguna duda o temor de lo conversado, permítales un espacio para que se expresen y sobre todo, para responderles.

“Manténganse firme en el tiempo.  No negocie con sus hijos cuando las decisiones están tomadas, y mucho menos con los más pequeños, que son los más necesitados de límites, disciplina y de que cada quien asuma su rol, ya sea de autoridad o de obedecer.

No teman a las reacciones de sus hijos y mucho menos a sus rabietas, usted es el adulto y el que tiene el control, no su hijo”, indica.

También dice que es necesario “dar permiso a que cada hijo se exprese tal cual es. Cada niño actúa de manera diferente, por lo que fortalecer el amor ayudará a reestructurar y adecuarse a los cambios que se avecinan de manera saludable. Si ustedes se muestran seguros, ellos lo estarán”.

Se hace prudente, luego, hacer una nueva lista de regalos junto  a los hijos. Esto les ayudará, dice, a medir cómo ellos han ido internalizando los cambios y su respuesta con ustedes. Procuren hacer la lista todos juntos, muéstrenle a sus hijos que los tiempos de crisis no son  impedimentos para soñar. “Asimismo, abra las puertas a la creatividad. Luego de una conversación seria, busque alternativas para compartir y divertirse en familia sin incurrir en altos costos, un parque, un espacio libre, incluso la terraza de su casa, adorne las mesas, llene con pequeños detalles la vida cotidiana en la casa. La alegría de la casa está dentro”, agrega.

La especialista recomienda hacer que los niños sean participes de todos los cambios y esfuerzos que harán juntos.

Educar en valores

“No está mal consentir algunos caprichos, no olvidemos que además de ser proveedores, como padres también están formando a un ser humano. Cultivar la honestidad como familia también es sembrar autenticidad y esto fortalecerá en ellos algo esencial: los lazos de confianza entre todos, padres e hijos.

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