¿Cómo hacen política monetaria los bancos centrales?

¿Cómo hacen política monetaria los bancos centrales?

POR ADOLFO MARTÍ GUTIÉRREZ
La política monetaria puede concebirse como la manipulación de las variables financieras por parte de un Banco Central, con el objeto de lograr, en lo posible, el pleno empleo, la máxima producción, la estabilidad de precios y el equilibrio de la balanza de pagos. Es la entidad financiera encargada de mantener la estabilidad de la moneda, de los precios y de regular a los bancos y otras instituciones financieras que operan en un país.

Así, el diseñó y puesta en práctica de una política monetaria determina el desempeño de la actividad económica, financiera y cambiaria de los agentes económicos de un país, esto es, de las  familias, las empresas y el Gobierno mismo.

Un Banco Central es la autoridad monetaria por excelencia en cualquier país que tenga desarrollado su sistema financiero. Es una institución estatal que tiene la función y la obligación de dirigir la política monetaria del gobierno. Por ello, es una institución facultada para emitir billetes y monedas fraccionarias, razón que explica se le conozca también como el «instituto emisor». De manera cotidiana, el banco controla las condiciones en que tiene lugar el proceso de creación del dinero bancario y, más concretamente, ofrece metodologías alternativas a la forma de regular el procedimiento del sistema financiero y cambiario. Igualmente, autoriza el funcionamiento de entidades crediticias, las supervisa y controla, y utiliza instrumentos de control bancario, monetario y financiero. De acuerdo a su ley orgánica es una institución estatal autónoma con personalidad jurídica, patrimonio propio y facultad para demandar y controlar en su nombre propio. Tiene duración indefinida y sus obligaciones son garantizadas por el Estado.

MISIÓN Y OBJETIVOS

La misión del Banco Central es impulsar el crecimiento de la producción de un país, sin fluctuaciones importantes, con un bajo nivel de desempleo y una baja tasa de inflación (estabilidad de precios). Debe velar por la estabilidad de la moneda y el normal funcionamiento de los pagos, teniendo siempre un control sobre el tipo de interés, las reservas bancarias y la oferta monetaria.

Su objetivo principal es promover y mantener las condiciones monetarias, cambiarias y crediticias más favorables a la actividad económica, el funcionamiento ordenado de la economía nacional y la regulación del sistema monetario cambiario del país, en conformidad con la Constitución de la República, la Ley monetaria y su propia Ley Orgánica. Específicamente, esto quiere decir que, para velar por la estabilidad de los precios internos un Banco Central debe siempre combatir la inflación. El control de la inflación se realiza para evitar que el valor de la moneda se deprecie, ya que esto puede distorsionar el sistema de precios, empobrecer aún más a los estratos de menores ingresos, generar inestabilidad económica y con esto perjudicar la inversión. Al mismo tiempo debe asegurar un normal funcionamiento de los pagos internos y externos. Velar por el normal funcionamiento de los pagos internos se refiere a permitir que las personas y empresas tengan los instrumentos necesarios para realizar sus transacciones. Los instrumentos más usados para estos fines son el papel moneda (billetes y monedas) y los depósitos a la vista (cheques).

INSTRUMENTOS DE CONTROL

Para que un Banco Central pueda hacer política monetaria acorde a sus objetivos dispone de una serie de funciones y atribuciones relacionadas con las siguientes materias: (1) la emisión de billetes y monedas; 2) regulación de la cantidad de dinero en circulación y del crédito; 3) regulación del sistema financiero y del mercado de capitales; 4) facultades para cautelar la estabilidad del sistema financiero; y 5) facultades relativas a operaciones en moneda extranjera, entre otras.

Por ello, todo análisis que eficazmente pretenda regular el comportamiento de los medios de pago de un país debe necesariamente partir del total de los pasivos monetarios de la economía (total de deuda circulante), también llamado el dinero de «alto poder» o base monetaria. La base monetaria es el dinero conformado por la circulación monetaria (el efectivo en manos del público y el dinero en la caja de los bancos) y los depósitos que tienen las entidades financieras en el Banco Central. Esta base monetaria se crea cuando el Banco Central adquiere determinados activos y los paga cuando genera pasivos. Para controlar la evolución de dicha variable y poder cumplir sus objetivos y su misión, el Banco Central utiliza tres instrumentos fundamentales: a) la manipulación de los encajes legales; b) las operaciones de mercado abierto, y c) los redescuentos.

Los encajes legales son los porcentajes que sobre sus pasivos las entidades financieras han de cubrir normalmente con depósitos en el Banco Central, siendo el más significativo la tasa efectivo mínimo o coeficiente de encaje legal, que relaciona el monto de encaje constituido y el total de depósitos de la economía. Es decir, el encaje es la técnica de obligar a las instituciones financieras a mantener en el Banco Central una proporción de sus pasivos (depósitos). Así, si la autoridad monetaria reduce el coeficiente de efectivo mínimo, la oferta monetaria aumentará, y lo contrario ocurrirá si dicho coeficiente se incrementa.

Otro procedimiento para manipular la oferta monetaria se basa en las denominadas operaciones de mercado abierto. Las operaciones de mercado abierto son la compra y venta de títulos públicos por parte del Banco Central, con el fin de regulación monetaria. Este tipo de operación es el instrumento mediante el cual el Banco altera con más frecuencia la base monetaria. Cuando el Banco Central compra deuda pública en el mercado abierto (bonos públicos), se incrementa la base monetaria y también la cantidad de dinero. Así, cuando el Banco Central desee contraer la oferta de dinero es justamente lo contrario, esto es, vender bonos a las instituciones financieras, lo que reduce las reservas de los bancos y reduce la base monetaria ya que éstos para pagar los títulos tienen que reducir sus depósitos en el Banco Central.

El tercer instrumento de política monetaria más comúnmente utilizado es el redescuento. Los adelantos y redescuentos son instrumentos de política crediticia mediante los cuales el Banco Central puede suministrar dinero con garantías reales a los distintos intermediarios financieros bancarios por plazos cortos para que éstos puedan cubrir deficiencias en las reservas de efectivo mínimo. Los adelantos son las operaciones realizadas con las instituciones bancarias públicas, cuyas garantías son títulos del Estado, mientras que los redescuentos son efectuados con los bancos privados que presentan como garantía pagarés de préstamos destinados a los sectores productivos. De esta manera, los redescuentos se configuran como un instrumento clave de la política monetaria, puesto que sirven para que el Banco cumpla los objetivos monetarios y económicos fijados por el gobierno, obligando al sistema bancario a comportarse en el sentido deseado.

Cuando un Banco Central hace política monetaria determina la cantidad de dinero de la economía. Para eso establece coeficientes óptimos para la liquidez del público y para las reservas de los bancos, y con las operaciones de mercado abierto y las de redescuentos las políticas monetarias regulan el nivel de reservas y de oferta monetaria. Los bancos y los individuos colaboran en este proceso. Los bancos crean dinero a partir de las reservas mediante el proceso de expansión múltiple de depósitos. También el público participa en el proceso manteniendo dinero en forma de depósitos en el sistema bancario. Todo esto genera un efecto «multiplicador» en la economía.

Un indicador esencial para determinar la forma en que se multiplica el dinero en la economía lo constituye el nivel de demanda de pasivos monetarios. La demanda del público se mide a través de la proporción del efectivo que tienen con respecto a sus depósitos. La demanda bancaria se mide a través de la proporción de las reservas que guardan con respecto al total de depósitos o a través del porcentaje de la tasa de encaje bancario o coeficiente de encaje legal (reserva mínima), que mide la proporción de los depósitos de encaje con respecto al total de depósitos bancarios.

OPCIONES DE POLÍTICA MONETARIA

Una política monetaria que tiende a expandir o reactivar la economía esta formada por aquellas medidas tendientes a acelerar el crecimiento de la cantidad de dinero y a abaratar los préstamos, o sea, baja de las tasas de interés, compra de deuda pública a las entidades financieras, o reducir el encaje legal. Los efectos que se pueden derivar de una política monetaria expansiva pueden generar más consumo y más inversión, por tanto, más producción y más empleo. Pero esta política genera también un aumento de las importaciones y una subida de precios. Por su parte, una política monetaria de carácter restrictivo implica una disminución de la oferta monetaria. Las medidas tienden a subir el tipo de redescuento, la venta de deuda pública a las entidades financieras o bancos comerciales y a un aumento del encaje legal. Los efectos que se pueden derivar de una política monetaria restrictiva pueden generar menos consumo y menos inversión, por tanto, menos producción y menos empleo. Esta opción, en cambio, genera también una disminución de las importaciones y una rebaja del nivel de precios.

Para que el dinero pueda cumplir su rol con éxito, la política monetaria del Banco Central debe proteger el valor de la moneda nacional para lograr una inflación baja y estable. Una estabilidad en los precios posibilita el logro del crecimiento y el progreso material de un país ofreciendo mejor bienestar para la población y un incentivo para el ahorro, la inversión, y las ganancias de la productividad. Esto también tiene como consecuencia, desde el punto de vista distributivo, el crecimiento del empleo y la protección del ingreso de los sectores más modestos de la sociedad.

Sin embargo no puede influir en el crecimiento de la economía en el largo plazo, más allá de su contribución en la estabilidad de los precios. Los efectos de la política monetaria sobre la actividad económica y el empleo, a corto y mediano plazo, surgen de los distintos canales por los cuales se transmiten los cambios en ella, hasta llegar a afectar la inflación. De ahí que siga una orientación «anticíclica» que, al mismo tiempo de preservar la estabilidad en los precios, busque evitar las fluctuaciones extremas de la demanda interna (gasto global) que puedan conducir a situaciones de riesgo innecesarios en los mercados financieros o a una recesión o al desempleo.

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El autor es economista y profesor universitario.
E-Mail: adolfomarti@verizon.net.do

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