Como un hombre íntegro, buen padre, esposo y amigo, fue definido ayer el exjefe de la Policía mayor general (r) Ramón Alcides Rodríguez Arias, quien falleció la madrugada del lunes a los 74 años, luego de batallar con un cáncer durante dos años.
Sus restos fueron velados en la funeraria Blandino de la avenida Abraham Lincoln, a donde fueron exjefes policiales, familiares, amigos y compañeros de arma.

Rodríguez Arias, quien permaneció en la Policía durante 37 años, fue jefe de la institución del orden de diciembre de 1990 a marzo del 1992. Se hizo abogado mientras estuvo en la institución.
En 1994 lo nombraron director del Departamento Nacional de Investigaciones (DNI), donde duró dos años.

Enerio Rodríguez Arias, hermano del exjefe policial explicó que el general era el octavo de 11 hermanos e ingresó a las filas de la institución a los 17 años, con la ayuda de otro hermano que era doctor en la Policía.
“Fue un buen hijo, un excelente hermano y padre, nos ayudó en todo lo que pudo. Los hombres que ocupan posiciones públicas por lo general dejan un legado controversial porque tienen que tomar decisiones que a veces perjudican a alguien, pero yo si puedo asegurar que mi hermano nunca incurrió en un ejercicio de arbitrariedad por motivo personal”, expresó.
Comandante de la Armada. Al velorio fue el comandante de la Armada de la República Dominicana, vicealmirante Miguel Enrique Peña Acosta, quien describió a Rodríguez Arias como un hombre excepcional, con muchos principios y normas, y que dejó un gran legado.
De su lado, el exjefe policial, teniente general (r) Bernardo Santana Páez dijo que Rodríguez Arias fue el precursor de impulsar a la Policía en el área técnico-científico y por eso creó la escuela de investigaciones policiales y buscó un grupo de agentes jóvenes para formarlos.
Libros. Rodríguez Arias, publicó su autobiografía titulada “Sobre el filo de una navaja: vivencias de un policía”. También puso a circular su segundo libro “Propedéutica policíaca”, obra que tiene las técnicas para ayudar a los policías a tener un mejor conocimiento de las funciones y servicio.
Familiares. Al general le sobreviven su viuda Catalina García y sus hijos Carolina, Enerio y Angelino; y de un primer matrimonio el coronel Ramón y Mayra Josefina.
A la salida de la funeraria sus compañeros de armas le rindieron los honores correspondientes, y luego partieron al cementerio Cristo Redentor, donde tiraron 21 salvas. Rodríguez Arias, también ocupó los cargos de procurador General de la Corte de Apelación de Justicia Policial, juez presidente del Tribunal de Primera Instancia de la Policía.