¿Cómo influye la diabetes en el embarazo?

¿Cómo influye la diabetes en el embarazo?

La mujer diabética bien controlada metabólicamente tiene la misma posibilidad de tener hijos que la mujer no diabética, pero conviene reseñar que la coincidencia de diabetes y embarazo conduce a la aparición de repercusiones mutuas entre ambas situaciones que creemos interesante tener en cuenta.

En su relación con el embarazo hay que reseñar dos tipos de diabetes:

Diabetes pregestacional: diagnosticada antes del embarazo.

Diabetes gestacional: diagnosticada durante la gestación y que puede persistir o no después del parto.

La diabetes gestacional suele afectar al 3-5% del total de las gestantes, aunque su frecuencia depende de la menor o mayor complejidad de la estrategia diagnóstica. La repercusión de este tipo de diabetes sobre el porvenir fetal es menos llamativa que la ejercida por la diabetes pregestacional.

La presencia del embarazo, a través de mecanismos como la producción por la placenta de una hormona de acción contrainsulínica (lactógeno placentario) o el consumo de nutrientes (glucosa y aminoácidos) por el feto, va a alterar el metabolismo de los hidratos de carbono y contribuir al empeoramiento de la diabetes preexistente (diabetes pregestacional) o al desencadenamiento de una diabetes hasta entonces ignorada (diabetes gestacional).

Por lo que a la diabetes pregestacional se refiere, si bien al principio pueden disminuir algo las necesidades insulínicas, a partir de la segunda mitad del embarazo tienden a aumentar, con la consiguiente tendencia a hiperglucemia y cetosis si no se establece un control metabólico adecuado. Parece comprobado que en el transcurso de la gestación puede asistirse en ocasiones a un cierto empeoramiento de las complicaciones vasculares específicas de la diabetes (retinopatía y nefropatía), aspecto éste que se debe vigilar en toda gestante diabética.

La diabetes gestacional suele ser más leve desde el punto de vista metabólico en comparación con la diabetes pregestacional. Con la terminación del embarazo esta alteración suele corregirse en unas tres cuartas partes de los casos, si bien con el tiempo muchas de estas mujeres, cuya alteración metabólica se ha corregido, pueden también convertirse en diabéticas permanentes.

La diabetes mal controlada puede influir de manera negativa sobre la gestación, tanto por lo que se refiere a la madre como al recién nacido. Esta repercusión, como es lógico, resulta menos manifiesta en el caso de la diabetes gestacional.

En cuanto a las repercusiones maternas, parece demostrado que la diabetes favorece la existencia de una mayor frecuencia de abortos, partos prematuros, hipertensión arterial, preeclamsia, infecciones urinarias o vaginales, polihidramnios (aumento de líquido amniótico), etc.

En lo referente al niño, junto a un aumento de mortalidad fetal, en el recién nacido de madre diabética hay una mayor frecuencia de macrosomía (aumento de peso), malformaciones congénitas, ictericia, hipoglucemia, hipocalcemia, policitemia, dificultad respiratoria (membranas hialinas), traumatismos obstétricos, etc.

A largo plazo, parece también que estos niños pueden ser más proclives al desarrollo de obesidad o diabetes que la población general.

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