Cómo la realidad acaba con los sueños infantiles

Cómo la realidad acaba con los sueños infantiles

Cuando era niña soñaba que estaba vestida de blanco, con un traje como los que salen en los cuentos de hadas, y entraba del brazo de papá a una iglesia antigua, adornada con flores blancas.

Muchas mujeres aún tienen ese sueño. Una de ellas, sin embargo, quizás no pueda cumplirlo por asuntos económicos, tal como me explicó su madre en un correo electrónico.

Y todo porque en la parroquia en la que quería casarse le cobran RD$8 mil porque no pertenece a ella, mientras que en la que les corresponde, aunque pensaron que no le cobrarían, debe pagar RD$5 mil.

Al conocer la noticia, la señora llamó a otras parroquias. A continuación, las tarifas: Parroquia San Judas Tadeo, del sector Naco, $8 mil; Jesús Sumo y Eterno Sacerdote, calle San Pío X, en Renacimiento, $20 mil; Sagrado Corazón de Jesús, en la Urbanización Los Prados, $2 mil; la Santísima Trinidad, detrás de la PUCM, tiene dos tarifas: si pertenece a la comunidad son $8 mil y si no pertenece, $12 mil; Nuestra Señora de las Mercedes, en la Zona Colonial, RD$20 mil; San Vicente de Paúl, en el Ensanche Ozama, $1,500; San Juan Bosco, en calle San Juan Bosco con Doctor Delgado, $4 mil; El Buen Pastor, en la calle Francisco Prats Ramírez del Ensanche Evaristo Morales, $5 mil; San Antonio María Claret, Avenida J. F. Kennedy, $5 mil; y la San Juan Bautista de la Salle, en Bella Vista, con dos tarifas: con aire acondicionado son $8 mil y sin aire $3 mil.

Al ver estos precios, surge una pregunta: ¿desde cuándo el matrimonio dejó de ser un sacramento para convertirse en negocio? Ese detalle nunca apareció en mi sueño infantil.

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