Como detectar la violencia en el noviazgo

Como detectar la violencia en el noviazgo

Violencia en el noviazgo

“En una ocasión me jaló por el brazo, y en otra me pegó de la pared e intentó ahorcarme” , narró con voz pausada y mirada de tristeza, Penumbra, de 22 años, nombre ficticio de una joven que fue víctima de agresión física y verbal por parte de su novio.

En su testimonio, cuenta que esa relación duró cerca de cuatro meses, y que al principio todo fue color de rosa, pero después de varias semanas las cosas empezaron a tornarse gris.

“Al inicio de la relación todo fue muy bueno, maravilloso, salíamos juntos, compartíamos, pero todo empezó a complicarse. Él quería empezar a controlar mi vida, a preguntarme dónde estaba, con quién andaba, por que salía y no le decía”, explicó con rostro preocupado.

Teniendo apenas 19 años, la joven estudiante universitaria relata que su agresor también la llamaba al celular varias veces al día y la perseguía a todos los lugares donde ella se dirigía.

Pese a que Penumbra en ningún momento denunció ante el Ministerio Público los maltratos que le propinaba su pareja, valora la relación como una experiencia de vida.

“Puede ser una pérdida de tiempo porque nunca debí haber salido con él, pero también una experiencia, porque puedo decir que reconozco ese tipo de perfil y desde que lo veo me alejo de hombres con esa personalidad”, expresó.

Aunque ya han transcurrido dos años del enfrentamiento, los dolorosos recuerdos de los malos momentos que ella compartió con su ex pareja sentimental invaden su mente a cada instante.

Así como la situación vivida por Penumbra, cientos de jóvenes y mujeres son agredidas cada día por su pareja durante la relación amorosa, la agresión pasa por desapercibida para muchas que llegan a entender que se trata de una muestra de cariño.

El sentido del noviazgo. El noviazgo se define como un periodo durante el cual dos personas mantienen una relación amorosa con el objetivo de avanzar en la comprensión mutua, brindando la oportunidad de que las parejas se conozcan mejor, antes de dar el próximo paso que, normalmente es el matrimonio.

Las relaciones humanas son lesionadas por diversos inconvenientes, uno de los más comunes es la violencia, que ha trascendido en la actualidad, estableciéndose como un problema social.

Lamentablemente, en muchos casos, es palpable entre las parejas, donde las mujeres llegan a ser las más perjudicadas.

Hoy en día, las cosas están cambiando. El noviazgo ha perdido su real sentido y en algunos casos, se ha convertido en una relación traumática desviando el significado del amor.

Es triste escuchar las anécdotas de muchas mujeres que han sido violentadas durante el matrimonio, como consecuencia de no haber detectado a tiempo las señales de agresión vividas durante el noviazgo.

Algunas adolescentes y jóvenes piensan que la violencia machista sólo es un problema de las parejas casadas, indicando que tienen una relación estable y que están muy lejos de convertirse en una víctima más de este mal, que aumenta silenciosamente a cada minuto.

A veces, el hechizo del primer beso opaca la terrible personalidad que se esconde detrás de aquella figura amable, amorosa y solidaria, haciendo creer a las jóvenes que están con la pareja ideal, disfrutando el verdadero amor que nunca acabará.

Pero todo da un giro de 360 grados cuando el hombre saca su yo interior, que domina todo lo que le rodea, convirtiéndose en la bestia que la joven empieza a temer.

Fases del círculo de la violencia. El Ministerio de la Mujer plantea que la violencia suele darse por fases, a lo que llama Círculo de la Violencia.

Es cierto que el primer ataque puede aparecer como un hecho aislado, pero en la mayoría de los casos se desarrolla el círculo de la violencia, que comprende tres fases:

ciclo-de-la-violencia mi1. Acumulación de tensión. Puede empezar con burlas sobre lo que hace la mujer, en este hay gritos y amenazas bajo la excusa de que ella realiza las cosas mal.

2. Explosión violenta. Sin importar si la mujer ha hecho cosas para evitar el enojo de su pareja, llega el momento de la agresión.

3. Luna de miel. Después de la violencia el agresor pide perdón, pero en muchos casos no llegan a esta última etapa, porque ocurren los asesinatos. El criminal promete que no va a volver a actuar así, entonces la mujer cree que la relación ha cambiado y vuelve a confiar, cayendo otra vez en la primera fase.

En este círculo los ataques cada vez serán más frecuentes, fuertes, intensos y peligrosos.

Perfil. La población de hombres agresores es clasificada en tres tipos según señala la especialista en Violencia de Género e Intrafamiliar, Evelyn González.

Un 80 % de los hombres agresores no tienen trastornos de personalidad y están consientes de lo que hacen, aparentando ser amables con todas las personas, estos son llamados “hipercontrolados”. Dentro de esta categoría también se encuentran los “emocionalmente inestable o cíclicos”, que son muy posesivos y ambivalentes, explotan por cualquier cosa y tienen una necesidad muy alta de poseer a la mujer.

Un 16 % pertenece a los más peligrosos, que pueden llegar a asesinar a su pareja, son conocidos como “psicopáticos o tipo cobra”

El cuatro por ciento restante aún no se ha estudiado.

González, quien ofrece terapias a víctimas de violencia de género en el Patronato de Ayuda a Casos de Mujeres Maltratadas (PACAM), señala ciertas características que definen al hombre agresor, como son las siguientes:

  • Cela a la mujer con otros hombres
  • Mezcla ira con celos
  • Control exhaustivo de la autonomía de la mujer
  • Rasgos de posesividad
  • Aísla a su pareja
  • Culpa a la mujer por sus sentimientos negativos
  • Se convierte en la única referencia afectiva de su víctima
  • Descalifica las capacidades de la mujer
  • Comportamiento controlador
  • Uso de la fuerza en el acto sexual
  • Critica constantemente a su pareja
  • Le grita, humilla y desvaloriza
  • Amenaza con darle golpes
  • Amenaza con el uso de cuchillos y armas de fuego
  • Rompe o tira objetos
  • Tiene una doble fachada
  • Usa la fuerza durante discusiones
  • Despoja a la mujer de todos sus bienes y derechos patrimoniales
  • Aumenta la agresión cuando es abandonado por la mujer

Indicadores. No obstante a que algunas jóvenes no perciben que están siendo maltratadas en el noviazgo y llegan a convertirse en una víctima de la violencia, existen varios indicadores que muestran cuando la relación está en peligro.

Las escenas de insultos, burlas, tirones de pelo y empujones son conductas violentas que surgen en la relación amorosa e indican que la personalidad del hombre puede amenazar el bienestar del noviazgo, plantea Sandra Barilari en su libro “Noviazgos Violentos”.

Agrega también, las bofetadas, enojos, acusaciones, gritos y amenazas que se repiten una y otra vez, aumentando la vulnerabilidad a los ataques y reduciendo la posibilidad de curar los daños.

Evelyn González exhorta a las mujeres a que «habrán los ojos», ya que los siguientes indicadores muestran cuando el hombre esta siendo agresor:

  • Constantemente evalúa a los amigos de la pareja
  • Critica la forma de expresarse y de vestir de la víctima
  • Habla mal de la familia de la pareja
  • Sienten la necesidad de casarse rápido
  • Asisten a lugares donde la pareja se encuentra
  • Reprocha acciones personales
  • Evalúa a las personas que rodean a la mujer
  • Quiere manejar las finanzas de la pareja
  • Desea supervisar sus redes sociales

Cifras. González indicó que varios estudios realizados por organismos internacionales han arrojado que el 97 % de las personas que son violentas en la relación sentimental son hombres, y el 3 % restante pertenece a las mujeres.

El estudio “Impacto psicológico en mujeres maltratadas”, realizado por La Encuesta Demográfica y de Salud Endesa en el año 2009, concluyó que las 31 mujeres víctimas de violencia doméstica que asistieron a PACAM durante enero-abril de ese año, refirieron que su primer episodio de violencia inició en el noviazgo.

Según datos de Endesa (2002), en República Dominicana un 24% de mujeres entre 15-49 años de edad fueron víctimas de agresiones físicas después de cumplir los 15 años.

En un estudio realizado por La Organización Mundial de la Salud (OMS) en el año 1998, se determinó que una de cada tres estudiantes universitarias en el mundo reporta violencia en el noviazgo.

Prevención. La violencia de género es un problema que afecta a la sociedad en su conjunto, y prevenirla desde el noviazgo es la decisión correcta.

Como forma de evitar la violencia en el noviazgo se debe detectar signos de alerta y obtener ayuda temprana de parte de un especialista, consejero o amigo, impidiendo convertirse en una víctima más.

En ese sentido, González sugiere que la mujer debe poner los límites en la relación y defender su espacio.

“La mujer debe entender que esto no es normal; cuando la violencia empieza, no para nunca más” apuntó.

Asimismo sugirió a todas las mujeres que están siendo víctimas de violencia de género a no guardar silencio y actuar inmediatamente.

La situación puede complicarse, sí llega a ocurrir esto, la víctima puede denunciarlo ante los organismos correspondientes como la Unidad de Atención a la Violencia Contra la Mujer del Ministerio de la Mujer, el Patronato de Ayuda a Casos de Mujeres Maltratadas (PACAM) y el departamento de Violencia de Género e Intrafamiliar del Ministerio Público, donde expertos les brindarán asistencia necesaria.

Si por algún motivo, la víctima decide continuar la relación, debe tener bien claro que la conducta agresiva de su pareja no cesará, aunque cambie de comportamiento y se haga responsable de sus malas actuaciones.

Es posible que el victimario necesite la atención de un experto en conducta que ayude a controlar su carácter, y la mujer requiera apoyo para empezar a sanar esas lesiones.

!Anímate a romper el silencio, tú puedes ser la próxima heroína!

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