1. La mayoría de los teléfonos pueden ser desmontados. Quita la batería y la placa frontal, así como el teclado si éste sale fácilmente.

2. Toma la botella de alcohol isopropílico y un bastoncillo de algodón. Moja el bastoncillo con alcohol y aplícalo a la superficie de cada una de las partes de tu teléfono, una a la vez.

3. Usando el trapo, seca a la vez que retiras la suciedad y vuelve a armarlo.¡Ahora además de lucir mejor, está libre de bacterias!

Otra forma es:

Apaga el teléfono de pantalla táctil y separa el cargador o cualquier otro aditamento que esté conectado al mismo.
Limpia todo el teléfono con una tela de microfibra. Envuelve el teléfono en la tela, de manera que tus dedos no toquen las aéreas del teléfono mientras lo limpias.
Fricciona suavemente, poniendo especial atención al área donde estén acumulados el mayor número de residuos. Frota la pantalla con la tela de microfibra con pequeños movimientos circulares como si pulieras, eliminando residuos o las huellas digitales.
Coloca un protector de pantalla, el cual puedes comprar en las tiendas de cualquier proveedor de teléfonos celulares. Estos protectores se adhieren y remueven fácilmente, pero te dan un grado extra de protección que mantendrá la pantalla protegida de rayones. Cambia el protector de pantalla cuando lo necesites según eHow en español.com.