Cómo manejar la artritis

Cómo manejar la artritis

El término «artritis» abarca varias enfermedades de las articulaciones, incluyendo la artritis reumatoide, una inflamación crónica del tejido que rodea las articulaciones, que a veces empieza temprano en la vida.  La osteoartritis (OA) –el tema de este trabajo– es la más común, y es una enfermedad degenerativa de las articulaciones que suele afectar a las personas de más edad.

A diferencia de la artritis reumatoide, no se caracteriza por la inflamación, sino por la ruptura del cartílago, el tejido que «protege» las articulaciones. Piense en ello como la pérdida de la batalla entre las fuerzas que destruyen el cartílago (desgaste, ruptura, o herida) y las que lo reparan. La pérdida de cartílago significa más fricción entre los huesos en las articulaciones. Esto puede ocasionar dolor, rigidez y pérdida de movilidad. Las manos, en especial las articulaciones de los dedos, rodilla, cadera, cuellos y espina lumbar suelen ser las más afectadas.

La OA no se puede curar (mejora o empeora, sin razón aparente), pero se puede manejar. Usted puede diminuir el dolor y la pérdida de movimiento, y también puede mejorar su calidad de vida.

– ¿Todo el mundo llega a padecerla?

La OA no es inevitable, pero sí es muy común. Cerca de 70% de las personas de más de 65 años muestran alguna señal de OA en los rayos X. Una mala postura y tener exceso de peso de manera crónica y/o el sedentarismo pueden propiciar la OA, al igual que lastimaduras ocupacionales, o por la práctica de algún deporte, especialmente daños reiterados en las rodillas.

El uso de tacones altos puede propiciar o agravar la OA, que es más común en las mujeres que en los hombres. Sin embargo, hasta personas delgadas, activas, con buena postura y sin historial de lastimaduras puede padecer la OA.

– ¿La dieta tiene algún efecto positivo?

Solo en el sentido de que consumir demasiadas calorías puede conducir al sobrepeso, que a su vez puede promover la OA, y agudizar los síntomas. Puede que usted oiga hablar de la OA y la dieta. Una de los comentarios más frecuentes es que debe evitar vegetales como tomates, pimientos, berenjena y papas. Pero estos vegetales contienen nutrientes importantes, y echarlo a un lado no va a aliviarle la OA. Los productos lácteos y la carne también han cargado la culpa, y también se han promovido como curas, junto con el ajo y la melaza. También se mencionado los suplementos de vitaminas y minerales.

Pero ningún régimen dietético o nutricional ha demostrado que alivia o previene la OA. Las personas con artritis deberían tener la misma dieta saludable que otras personas: una que se base en frutas, cereales integrales y vegetales, y baja en grasas saturadas. Algunos suplementos de vitaminas y minerales pueden ser saludables, pero no combaten la OA: Wellness letter

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OJO CON LOS  MEDICAMENTOS, ALGUNOS AGRAVAN EL GOLPE DE CALOR

Según la Agencia Española del Medicamento, existen varios grupos de fármacos que, unidos a las altas temperaturas, tienen síntomas secundarios:

– Diuréticos y medicamentos para la hipertensión e insuficiencia cardíaca: los primeros porque aceleran la pérdida de líquidos; los segundos, porque alteran el funcionamiento del riñón.

– Sales de litio, andidiabéticos orales y digoxina (para la insuficiencia cardíaca): necesitan una buena hidratación para eliminarse bien; si ésta no existe (algo muy fácil en verano), sus efectos pueden incrementarse.

– Betabloqueantes (para problemas cardíacos); antimigrañas, y hormonas tiroideas: impiden la pérdida del calor del organismo.

– Neurolépticos (para problemas psiquiátricos) antidrepesivos: elevan la temperatura corporal.

– Fármacos para dormir, para la ansiedad y para bajar la tensión (hipotensores): agravan indirectamente el efecto del calor al disminuir la capacidad de reacción del cuerpo.

EN BUEN ESTADO

El calor también puede afectar a la calidad de los medicamentos que se guardan en casa. Consérvelos en lugares no expuestos directamente al sol, ni a temperaturas elevadas.

 Al adquirirlos por primera vez, lea el prospecto para conocer la temperatura a la que deben conservarse.

 En los viajes, no transporte los medicamentos en el maletero del coche; llévelos dentro, en una zona fresca, o en una neverita. Prevenir

La ejercitación es su amiga, aunque el dolor signifique que tenga que bajar el rimo a veces. Pero «abandonar» no debe formar parte de su vocabulario. Lo insidioso con la  rigidez y el dolor en las articulaciones pueden hacer que usted quiera dejar de ejercitarse, pero eso solo provocará articulaciones más rígidas.

La inactividad debilita los músculos que estabilizan las articulaciones. Usted necesita hacer ejercicio para mantener fuertes los músculos y ganar en flexibilidad. Varios estudios han demostrado que ejercicios como caminar y entrenamiento de resistencia –si se programa de acuerdo con su capacidad– pueden reducir el dolor y mejorar la flexibilidad.

Pero primero usted debe hablar con su médico y posiblemente conseguir una referencia a un fisioterapeuta. También debe seguir programas que satisfagan sus necesidades. Wellness letter

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