Durante la menopausia, la mujer experimenta  algunos cambios hormonales. La incontinencia urinaria es uno de los principales problemas que afectan a las  féminas y se define como la pérdida involuntaria de orina que condiciona un problema higiénico y social, lo que aumenta considerablemente en la etapa madura.

Además de los tratamientos médicos que existen para manejarla, también  es posible tratarla si se llevan a cabo algunas recomendaciones.

Haga ejercicios.  Es necesario que permanezca haciendo ejercicios constantemente, pues la actividad física le asegura un mejor estado anímico y, a la vez, ejercitará su músculos, lo que hará que la incontinencia mejore.

Contraiga  los músculos alrededor del ano, intentando evitar la expulsión de aire o heces.  Repítalo varias veces al día.

Higienícese.   Este padecimiento representa un problema en la higiene íntima. Con el goteo de orina, la parte íntima y en la ropa interior se humedecen, provocando olores desagradables.  Para controlar los olores, se recomienda utilizar algún producto absorbente. En estos casos se recomienda utilizar los que fueron fabricados específicamente para pérdidas de orina.

Las compresas, una especie de toallas sanitarias pero con mayor capacidad de absorción, son recomendadas para estos casos.

Es imprescindible que mantenga  una higiene diaria adecuada con geles o toallitas húmedas, que respeten la acidez del PH vaginal. Después de lavar la zona vaginal, seque bien.

Tome mucha agua.  Lo recomendable es tomar de 6 a 8 vasos de agua por día. No intente dejar de consumir la cantidad que su organismo requiera, pues limitar su ingesta traería consigo un problema de salud mayor.

Cambie sus hábitos urinarios. Solo vaya al baño cuando sienta la necesidad de orinar, no antes de sentirla.  

Mantenga su peso. Si padece esta enfermedad, procure siempre mantenerse en un peso adecuado, el exceso de peso agregaría a su enfermedad más presión sobre los  músculos del suelo pélvico.

Cree un hábito alimenticio.  Trate de no incluir en su dieta las frutas y jugos cítricos, así como el consumo de tomate y las comidas picantes, para evitar que su vejiga se irrite, lo que podría empeorar su condición. En cambio, preocúpese por ingerir alimentos ricos en fibra.

Alcohol y café, sus peores enemigos.  Es necesario sacarlos de su entorno.  Este tipo de bebidas también surten un efecto irritante en su vejiga, debido a que contribuyen a la  deshidratación  del cuerpo.

El té y las gaseosas, tampoco son recomendados en esta etapa de la vida de la mujer.