La llegada de un hijo supone la alegría de todos en la casa, pero cuando se trata del segundo bebé, no necesariamente ocurre así.
Y es que, casi siempre, el hermano mayor no comparte la emoción que reflejan papá y mamá, cuando está por llegar (o llega) al mundo el nuevo integrante de la familia. Lo más común es que sienta celos de su hermanito o hermanita.
Los celos son definidos como el sentimiento que se experimenta cuando sospecha que esa persona amada siente amor o cariño por otra y Arisleydi Sánchez Guzmán, psicóloga clínica infanto-juvenil, del Centro Vida y Familia Ana Simó, dice que es normal sentirse en celos o en amenaza cuando llega a nuestro ambiente algo que pensamos podría reemplazarnos.
“El niño o la niña entiende que el nuevo bebé representa lo que él o ella fue en un entonces, y siente que pudiera perder su lugar en la familia”.
Para tratar esta situación, la psicóloga explica que -contrario a lo que se hace- cuando viene un nuevo bebé a la familia, al inicio se necesita prestar más atención al niño que ya está en casa.
“Se debe evitar decirle al niño de la casa que es grande ya, o reafirmarle mucho que es el hermano mayor, ya que esto solo aviva la sensación de que su estatus en la familia puede cambiar y le crea inseguridad”, recomienda Arisleydi.

Es normal en algunos casos que se presente ciertas regresiones, “es decir, que el niño vuelva atrás en procesos ya logrados”.
En este caso, los adultos alrededor deben darle apoyo y seguridad “aceptando la regresión como algo natural, sin reclamarle, ni mucho menos decirle que ya es grande para esas cosas”.
Por ejemplo, indica la especialista, si quiere volver a tomar leche en biberón se le debe permitir, porque inmediatamente el niño asegure de nuevo su espacio dejará de hacerlo.

“Podemos también integrarlo en las decisiones e informarle lo que irá aconteciendo, mostrándose también interesados sus los deseos. Tener en cuenta que hay niños que pueden mostrar aversión por su nuevo hermanito, y en este caso nos debemos enfocar en aceptar estos sentimientos y ayudarlos a descodificarlos, sin “obligar” al niño a que debe amar a su hermanito”, señala Sánchez.
¿Qué tanto pueden los celos incidir en el hermano mayor? La psicóloga dice que esto es muy individual y muchas veces viene lo más relevante es el manejo familiar del tema y lo que representa cada hijo en la familia.
“A veces, cuando el bebé nuevo viene luego de muchos años (6-7 años), es como volver a empezar con un hijo único”, cuenta.
Cuando no se trabajan esos celos. Arisleydi dice que de no tratarse la situación correctamente, el hijo mayor siente y constata que sus temores se convirtieron en realidad y que el nuevo bebé llegó para quitarle su espacio, para robarle el amor de su padre y su madre y que esto lo deja fuera de la familia.
“Se puede sentir solo, indeseado, no aceptado y presentar variaciones importantes en su estado de ánimo, su conducta y su propia valía”, asegura.
Recomendaciones. Como especialista en la conducta humana, Arisleydi Sánchez ofrece algunas pautas.
1. Los padres y madres deben compartir su tiempo con cada hijo por separado.
2. Tratar de no realizar cambios en la rutina del niño/a por la llegada del bebé.
3. Priorizar el afecto, tiempo y las situaciones del niño mayor.
4. Hablar con los familiares cercanos para que también tengan pendiente al hermano mayor en todo el proceso.
5. Evitar hablar de sus responsabilidades o cargas como hermano mayor.