Los celos que los chicos sienten por sus hermanos son absolutamente normales y, si se les permite expresarlos, poco a poco van desapareciendo. Por eso, los adultos deben tomar las escenas de celos con calma y naturalidad.
Y a pesar de que por ser parte de la evolución normal de los niños, no hay mucho que los padres puedan hacer frente a los celos, siempre existen algunas estrategias para tener en cuenta.
Durante el embarazo
Permitirle al hermano mayor que participe en los preparativos de la ropa, la cuna y el cuarto del bebé.
Llevarlo a las ecografías, para que pueda ver las imágenes de su hermanito.
Mirar fotos de cuando la madre estaba embarazada de él y compartir anécdotas familiares.
Comprar o armar juntos- un libro sobre el tema Voy a tener un hermanito para ir leyéndolo y completándolo durante el embarazo.
Estar siempre atento a las inquietudes que tienen los chicos y que no siempre formulan como preguntas directas: sacar, por ejemplo, el tema de dónde va a dormir el bebé, si a los padres les parece que hay alguna preocupación al respecto.
Si el mayor va a poder seguir invitando amigos y qué va a hacer el bebé cuando él vaya al jardín o a la escuela pueden ser otras cuestiones que ronden por la cabeza de los futuros hermanos mayores. Tratar de encontrar un equilibrio entre las cosas que se compran para el bebé y las que se compran para el hijo mayor: si hay un aluvión de objetos para el bebé y nada para el primogénito, puede sentirse mal.
El dato
Entre todos
La mamá debería hacerse siempre un tiempo para compartir alguna actividad a solas con el hijo mayor, sin la presencia del bebé: puede organizar una salida al zoológico o al cine sólo para los dos.