Cómo mantener la inocencia de los niños sobre el origen de los juguetes que reciben

Cómo mantener la inocencia de los niños sobre el origen de los juguetes que reciben

Reyes Magos

Los tiempos pasan y las tradiciones han variado con su paso. Una de estas, que ya los niños no mantienen la inocencia frente al origen de los juguetes que reciben como premio de fin de año.
Muchos padres prefieren ir con sus pequeños a escoger los obsequios que estos quieren que les regalen, aniquilando así la magia que antes tenía este momento.
Hace muchos años, los niños guardaban esa fantasía, de que, en el caso criollo, eran los Reyes Magos quienes llevaban los juguetes a los más pequeños de la casa. La ilusión era tal que se hacía todo un ritual la noche antes.
Al caer la tarde, cada niño se preparaba para recibir a estos magos en su casa, quienes “llegaban” cuando todos estaban dormidos.
Para recibir a los Santos Reyes, al pie de la cama o en algún rincón de la casa se les colocaba una carta con la petición (obsequios que querían), mentas, galletas, leche y hasta un poco de hierba (que era específicamente para que los camellos se alimentaran) y otros presentes que podían variar dependiendo de la tradición familiar.
Y a pesar de que algunos niños tenían la ligera sospecha de que eran sus padres que le dejaban esos regalos, muy en el fondo mantenían esa fantasía e ilusión de que eran seres mágicos, que venían de un lugar muy lejano sobre sus camellos, que querían agradarle por lo bien que se habían portado.
Ya cuando se era adulto, las cosas cambiaban y se sabía la realidad, esa que era desconocida pero que provocaba tanta ilusión en los niños de antes.
Pasa igual con quienes han adoptado la costumbre de Santa Claus o Papá Noel. En ese caso, solo cambia el día en que reciben sus regalos. Este personaje regala en Navidad. Es una tradición que muchos criollos han hecho suyas, porque entienden que los niños deben tener más tiempo para aprovechar sus juguetes, pues el Día de Reyes es justo días antes de regresar a la escuela.
Pero sea cual sea la tradición, hay muchas personas que entienden que es necesario continuar alimentando la ilusión de los niños con relación al origen de sus juguetes Y es que de igual forma llegará un momento en que conocerán al realidad, pero a su tiempo.
Hallie quiere tres regalos. No es difícil mantener la tradición. Solo hay que empezar a alimentarla entre los pequeños.
Es bonito ver cómo todavía hoy, hay quienes viven esa fantasía. Hallie Marie Sánchez Tejada, una niña de siete años, dejó su carta a Santa Claus debajo del árbol de Navidad de su casa, y en la que le especifica que quiere tres regalos: dos muñecas, una Littler Mommy va conmigo y una Littler Mommy que se baña. Además pidió unos patines.
La inocencia de esta pequeña es tal, que en una parte de la carta, le recuerda la dirección de su casa, para que Santa no se vaya a perder cuando lleve los regalos.
Qué dicen los expertos. Mónica Cruppi, psicoanalista y escritora, miembro de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA) es partidaria de mantener la la tradición. “Esta historia que viene transmitiéndose de generación en generación, cumple varias funciones durante el desarrollo infantil, como por ejemplo la función moral y la educativa; incrementa la imaginación, la recreación, refuerza la tradición y estructura la mente infantil. Es así como la vida psíquica del niño es influida por las enseñanzas de los padres y se le va transfiriendo al pequeño un modelo tradicional y normativo típico de nuestra época. La enseñanza moral que el pequeño va adquiriendo por sí mismo es la de que su esfuerzo de ‘portarse bien’ se verá recompensado por medio del regalo anhelado”, asegura.

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