Debido a que son de uso frecuente, los muebles tienden a ensuciarse mucho, y más en un hogar donde hay niños.

Y como resulta muy desagradable recibir alguna visita e invitarlos a sentarse sobre unos muebles sucios, lo mejor es dedicarle tiempo a la labor de limpieza de esos asientos que protagonizan las salas de la gran mayoría de las casas, el lugar donde se acostumbra a invitar a acomodarse a las personas que llegan de visita.

Para evitar daños, muchas veces lo mejor es llamar a una compañía que se dedique a la limpieza de sofás, pero también puedes hacerlo tú misma en casa con conocimiento de algunas técnicas y los productos adecuados.

Si tienes varios muebles, debes tomar en cuenta que existen diferentes productos para los distintos materiales: cuero, tela… (que son los más comunes en el país), así como para limpiar las partes de madera que algunos tienen.

Muebles de tela. Si los tuyos traen forros, la labor no es complicada, solo debes quitarlos y lavarlos aparte. Si no traen, puedes utilizar del jabón líquido que se usa para lavar ropa y agua tibia.

Toma una esponja y concéntrate en la parte que desees limpiar. Luego pasa un paño húmedo para remover la espuma.
Hay quienes los han limpiado con toallas húmedas para bebés y les ha funcionado.

Para quitar manchas también puede usar vinagre blanco, con el que se obtienen buenos resultados. Como el olor no es muy agradable, después de que lo apliques, pasa un paño húmedo por donde pasaste el vinagre. Esto ayudará a disiparlo.

Sofá de cuero. Lo principal es no utilizar agua porque podría mancharse. Lo recomendable es usar productos elaborados con aceite o con cera. En el mercado existen productos específicos para limpiar este tipo de muebles.

Recomendaciones. Se aconseja que, sin importar el material del mueble, se pase una aspiradora de mano por lo menos una vez al mes, para sacar el polvo que se puede acumular.

Y recuerda limpiarlos inmediatamente se ensucien. La mancha cede más fácil si se limpia en seguida.