Cómo mejorar el espionaje interno

Cómo mejorar el espionaje interno

WASHINGTON.- Antes del 11 de septiembre, los terroristas de Al Qaeda aprovecharon amplias grietas entre la CIA y la FBI para introducirse en Estados Unidos. La semana pasada, las audiencias de la comisión que investiga los atentados del 11 de septiembre hicieron un recuento con dolorosos detalles de los traspiés de la CIA y la FBI antes de los ataques en Nueva York y Washington, y ayudaron a presionar al Presidente George W. Bush para que considere reformar la forma en que el gobierno reúne información de inteligencia.

La Casa Blanca repentinamente ha aceptado una vieja idea: designar a un zar de espionaje nacional pra supervisar al extenso aparato de espionaje del gobierno. Muchos expertos también están demandando dramáticos cambios en la forma en que Estados Unidos recolecta la información de inteligencia dentro de sus propias fronteras, y están señalando a la agencia de espionaje interno de Gran Bretaña, conocida como MI-5, como modelo.

¿Pero los estadounidenses, sacudidos por amenazas terroristas, realmente quieren un servicio de espionaje interno eficiente?

Las audiencias sobre el 11 de septiembre ciertamente han planteado dudas sobre si la FBI sigue siendo apta para la tarea.

«Se necesita recolección de información de inteligencia hecha internamente», y la oficina no lo ha hecho», dijo John MacGaffin, ex funcionario de la CIA que también trabajó como consultor de la FBI. El año pasado, él y un grupo de ex funcionarios de espionaje, procuración de justicia y el Pentágono propusieron crear un servicio de contraespionaje y antiterrorismo dentro de la FBI. Ahora él dice que debería crearse una nueva agencia, lo cual permitiría a la FBI enfocarse en su fuerza en el combate al crímen tradicional.

Pero la FBI también se opone a establecer una agencia independiente. Y, la creación de una organización secreta con un mandato para espiar a los estadounidenses representaría una desviación importante para un país que desde hace tiempo ha temido cualquier violación permanente de las libertades civiles.

De hecho, la oposición a una agencia de espionaje interno ha creado una alianza entre la FBI y la Unión Americana de Libertades Civiles, que ha advertido de la amenaza de una fuerza policial secreta. Esa nueva agencia «pudiera emplear fácilmente el mismo tipo de trucos sucios que la CIA usa en el exterior aquí en Estados Unidos contra ciudadanos estadounidenses», dijo en un boletín de prensa Anthony D. Romero, director ejecutivo de la Unión. «Incluso durante los días más frígidos de la Guerra Fría, nunca vimos la necesidad de crear una fuerza policial secreta que trabajar fuera de los límites de la Constitución».

Esos temores son la razón de que el MI-5 se haya convertido en un modelo para tantos en Washington. Gran Bretaña ha integrado la recolección de información de inteligencia intrna a una sociedad que se enorgullece de su protección de los derechos civiles.

La clave es que el MI-5 no tiene poderes para hacer arrestos, y deja eso a la policía de Gran Bretaña. El MI-5, conocido como Servicio de Seguridad, es responsable de manejar los casos que involucren terrorismo, espionaje y la proliferación de armas masivas, pero asume un papel de apoyo para la procuración de justicia británica cuando los casos se vuelven asuntos criminales.

Pero si Gran Bretaña ha creado una agencia que se enfoca únicamente en amenazas a la seguridad nacional dentro de sus fronteras, aún no ha elimindo el tipo de rivalidades interagenciales que han plagado a Estados Unidos.

Al final, la estructura burocrática del espionaje importará menos que el éxito en reunir información.

«Ahora estamos gastando unos 40,000 millones de dólares en espionaje», dijo MacGaffin. «Por sus 40,000 millones de dólares, usted como contribuyente debería tener derecho a tener a un tipo sentado sobre una piedra junto a Osama bin Laden en algún lugar en Afganistán, y quizá un tipo sentado en medio de un grupo de extremistas aquí en este país».

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