Cómo nos afecta el Brexit

Cómo nos afecta el Brexit

La decisión de Gran Bretaña de abandonar la Unión Europea perjudica a ese país, a Europa y al mundo, incluyendo a la República Dominicana. Nuestro país goza de libre acceso al mercado europeo gracias a que en 1984, quien esto escribe tomó la iniciativa de ir a Bruselas, con la aprobación del gobierno dominicano de entonces y presentó, junto con Haití, una solicitud para pertenecer al grupo de los países ACP (Asia, Caribe, Pacífico), los cuales, a través de varios tratados, como los de Lomé y Cotonú, habían recibido acceso preferencial comercial y financiero a la comunidad europea. Eso se logró con el tiempo, gracias al apoyo de España, país que se incorporó a la Unión Europea un par de años después de nuestra solicitud. Al pertenecer el Reino Unido a esa comunidad, los dominicanos logramos también libre acceso al mercado de esa isla.
Nuestra principal exportación a Inglaterra está constituida por bananos, ya que la mitad de todas nuestras exportaciones de esa fruta van a ese destino, libres de impuestos y cuotas. También exportamos mangos, aguacates y otros productos. Cuando dentro de uno o dos años Gran Bretaña salga de la Unión Europea, dejaremos de tener libre acceso a ese mercado, lo que perjudicará a esas exportaciones nuestras. Se presume que Gran Bretaña negociará acuerdos regionales y bilaterales que reemplazarán sus acuerdos existentes. Primero negociará con la comunidad europea misma y luego con otros bloques. La República Dominicana tiene que decidir si busca un acuerdo bilateral con Inglaterra, o conformando parte de un grupo, que podría ser CARICOM, o un CARIFORUM ampliado que incluiría a Cuba. El hacerlo a través de las islas angloparlantes tiene sus problemas, dada la actual falta de coordinación entre los gobiernos de esos países y, además, la animosidad hacia el nuestro por el tema de la actual apatria de personas nacidas en nuestro país de padres haitianos, un monto desconocido y aún no cuantificado. Por otro lado, existe el peligro de que, en virtud de estos y otros arreglos Gran Bretaña otorgue libre acceso al banano centroamericano y ecuatoriano.
Desde que nos vinculamos a la Unión Europea (UE) hemos recibido de la misma una gran cantidad de ayuda y asistencia técnica. Contamos entre nosotros desde hace tiempo con un embajador que representa los intereses de esa comunidad. Gran Bretaña contribuye de forma importante al presupuesto de la UE y, al separarse, ese presupuesto se reducirá, por lo que es previsible que también disminuya la ayuda de la UE a nuestro país.
El Brexit ha resultado en una fuerte devaluación de la libra esterlina. En la medida en que esta continúe, es previsible que se reduzca la cantidad de turistas ingleses que nos visita, por lo costoso que representa para ellos ahora viajar a destinos lejanos.
Finalmente, están los efectos negativos indirectos. Se espera que el Brexit resulte en una reducción en el crecimiento de la economía mundial y en los flujos comerciales. Eso afectará los precios de los “commodities” y, consecuentemente, el precio de nuestras exportaciones, los flujos turísticos en general, las remesas y la inversión extranjera.
Sic transit gloria Britannia. Esa muy lamentable decisión se debió al deseo de una ligera mayoría de los ingleses envejecientes y de poca educación, de depender menos de iniciativas tomadas en Bruselas y también de poder controlar la migración hacia la isla de ciudadanos de la UE. Por contar con una población de envejecientes, Inglaterra necesita de migrantes, ya sea de Europa o de sus antiguas colonias por lo que ese control migratorio está por verse. La demagogia y la mentira caracterizaron la campaña contra el Brexit, al igual que hoy caracterizan la actual campaña electoral de Donald Trump, quien también amenaza con reducir la inmigración y el comercio internacional, incluyendo modificar, o eliminar, acuerdos como el NAFTA y, tal vez, hasta el DR-CAFTA.

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