Cómo nos afecta la crisis financiera

Cómo nos afecta la crisis financiera

El mundo luce que va hacia una recesión “W” es decir de dos bajones. Estamos en el inicio del segundo y eso afectará a los dominicanos. Estamos en una isla, pero no aislados.

 Primero, vendrán menos turistas de Europa y Estados Unidos porque tendrán menor poder de compra y tomarán sus vacaciones en lugares más cercanos y menos costosos. La inversión en segundos hogares por parte de extranjeros se reducirá, así como la compra de solares en áreas turísticas. La diáspora dominicana residente en Estados Unidos y Europa enviará menos remesas, al ganar menos. Los inversionistas extranjeros diferirán sus inversiones en nuestro país hasta que la situación se aclare. Algunos dominicanos que habrán perdido dinero en las bolsas extranjeras serán más cautos en sus inversiones y gastos.

Todo esto implica que no creceremos tanto, afectará los niveles de empleo y llegarán menos divisas. Nuestro fisco recaudará menos, aunque la inversión pública aumentará mucho por el uso de los 1.1 billones de dólares que están llegando y llegarán bajo el acuerdo con el FMI. El boom de los “commodities” sufrirá, por lo que es probable que se reduzca el valor de las exportaciones de azúcar, cacao y café. La diáspora dominicana en Estados Unidos se perjudicará por la reducción en los programas sociales en los barrios pobres norteamericanos, algo ya aprobado por el congreso de ese país.

Es probable que las tasas de interés en Estados Unidos aumenten al exigir el inversionista mayores tasas por los bonos del Tesoro norteamericano que ya no tienen la categoría AAA. Como gran parte de la deuda externa dominicana está expresada en tasas fluctuantes (Líbor más un margen) aumentaría el costo de la deuda externa, pero como ya la economía dominicana no estará recalentada es probable que el Banco Central promueva la reducción de las tasas internas de interés.

Es difícil predecir qué pasará con el valor del dólar expresado en euros y viceversa. Si el dólar se devalúa más que el euro nos perjudicaremos, por estar nosotros dentro de la zona del dólar. Nuestras reservas monetarias sufrirían en términos reales en comparación con otras monedas y la deuda externa contratada en euros también aumentaría. Ésta ahora incluye los grandes préstamos para el Metro.

Un aspecto positivo sería que abarataría a los europeos hacer turismo en nuestro país. Pero hay otros efectos positivos. El aumento del oro, de mantenerse, hará que la Barrick recupere más rápidamente su inversión lo que beneficiaría al fisco, ya que éste tan solo recibirá aportes importantes después de esa recuperación. La muy fuerte baja, de más de un 10%, en el valor del petróleo, de mantenerse significa que el país gastará menos en divisas, a pesar de que aminorará el financiamiento vía Petrocaribe. El déficit de la CDEEE menguará sustancialmente, lo que implica que el gobierno tendrá que aportar menos recursos para subsidiarla. El público se beneficiará de las fuertes rebajas en el precio de los combustibles y, sobre todo, la obligación del gobierno bajo el acuerdo con el FMI de establecer una tarifa técnica para el precio de la electricidad probablemente podrá lograrse sin tener que aumentar la tarifa al público. Los menores ingresos en divisas se verán más que compensados por el menor precio del petróleo. Las reservas monetarias están altas. No habrá devaluación.

Todo esto afectará el clima electoral. Los 1.1 billones de dólares que el gobierno ha comenzado a gastar crearán empleos, aunque no como en el pasado, ya que la industria de la construcción cada día está más mecanizada y utiliza cada día más haitianos, quienes no votan. Pero la inflación se reduciría. En términos netos el descalabro mundial beneficia más a Danilo Medina que a Hipólito Mejía, aunque el votante no solamente decide en base a criterios económicos como son el nivel de empleo y la inflación, sino que también le preocupan mucho los índices de criminalidad y la rampante corrupción de nuestro sector público.

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