Cómo nos afecta la crisis mundial

Cómo nos afecta la crisis mundial

La crisis en Europa y Norteamérica está provocando una recesión mundial, o, si se quiere, está prolongando (recesión tipo “W”) la que se inició hace tres años y eso afecta negativamente a nuestro país.

Sin embargo, hay que admitir que también está teniendo un efecto positivo: la baja en el precio del petróleo, lo que reduce el déficit de nuestro sector público consolidado, beneficia al consumidor y también a la balanza de pagos, a pesar de que bajo Petrocaribe se recibiría menos financiamiento. Tal vez podrá ponerse en vigencia la tarifa eléctrica técnica que exige el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) sin tener que aumentar el precio de la electricidad al público.

Pero todo el resto es negativo: menos turismo, sobre todo de Europa, pues aunque el Euro se está devaluando allí hay menos crecimiento, también menos remesas, menos inversión extranjera y ya están bajando los precios de nuestros actuales productos de exportación como el caso del café y el de nuestras futuras exportaciones, léase el oro.

Los dominicanos con plata en el extranjero, como todos los otros inversionistas internacionales, están en fuga hacia no sólo inversiones conservadoras, sino hacia instrumentos, es decir bancos, a través de los cuales canalizar esas inversiones y que no corran el riesgo de quebrar. Muchos bancos en Europa, sobre todo franceses, pero también españoles e italianos, tienen fuertes inversiones en bonos soberanos griegos por lo que pueden perder mucha plata. Por otro lado, tres importantes bancos norteamericanos, al igual que los bonos del Tesoro de ese país, ha visto reducir sus calificaciones. La fuga es hacia bonos del gobierno alemán y bancos canadienses y australianos, a pesar de que las monedas de estos dos últimos países, después de crecer mucho, en estos días se han devaluado algo.

Si es cierto que los bancos europeos y norteamericanos tienen problemas, no es menos cierto que, gracias a la quiebra bancaria del 2003, nuestros bancos sí están muy sanos -es el caso de haber puesto el candado después del robo- por lo que son buenos sitios donde depositar ahorros que ahora están en el exterior, sobre todo si se extiende el acuerdo con el FMI, como es pensable que ocurrirá. Es probable que el peso dominicano no se devalúe más del 3% de ahora hasta febrero del 2012 y aunque nuestra inflación es alta, los intereses, en términos reales, son positivos y más altos, en términos reales, que los que se pagan en Europa y Estados Unidos.

Ya los ingleses van a fortificar sus bancos aplicando las sugerencias de la Comisión Vickers y los europeos están tratando de hacer lo mismo con las normas de Basilea III. Donde las cosas no andan bien es en Estados Unidos donde el cabildeo de los bancos y de los republicanos está logrando reducir la efectividad de la regla Volcker que busca impedir que los bancos sigan haciendo operaciones riesgosas, como las que condujeron a la crisis del 2007-2008.

Ayer martes los mercados cambiaron de rumbo, las acciones en Europa y Norteamérica subieron, así como el oro y el petróleo, todo ante perspectivas de que los líderes europeos rescatarán a Grecia y que ese país adoptará las medidas de austeridad, sin las cuales no se le prestará. Hay que cruzarse los dedos. Ojalá la Merkel y otros, a un gran costo político, hagan lo que tienen que hacer para salvar el Euro y la Unión Europea. Si Grecia abandona el Euro y la UE se estima que durante el primer año perderá plata equivalente al 50% de su PIB. Sería algo parecido a cuando Argentina se separó del dólar en el 2001.

Ya sea que Europa rescate a Grecia y evite la contaminación de otros países (Italia, España, Portugal), ya sea que Grecia entre en “default” y abandone el Euro, los efectos negativos sobre nuestro país de la crisis internacional serán, en términos netos, negativos.

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