LILY LUCIANO
l.luciano@hoy.com.do
Si su niño o niña se niega a ir a la escuela, se muestra triste o agresivo, ha bajado en su rendimiento académico, presenta indicios de agresión física y se queja de la escuela en general, podría estar siendo víctima de acoso escolar; exclusiones o maltrato verbal, como por ejemplo recibir burlas sobre alguna condición física temporal o permanente, por parte de su maestro o sus compañeros de clases, así lo explicó la doctora Marissa Medina Piña, profesora de Psicología de la Facultad de Educación de la Universidad de Puerto Rico.
La profesora Medina Piña explicó que el abuso escolar tiene tres criterios: molestar con la intención de causarle enojo a otra persona; darse en repetidas ocasiones, no es algo que ocurre un día, sino que es una constante y se caracteriza porque hay un desequilibrio en términos de poder, hay alguien que es más fuerte y alguien débil que es quien está siendo acosado.
Pese a que en gran porcentaje cuando el acoso viene de un compañero de clases de los niños no se hace con la intención de hacer un daño mayor, el efecto emocional que causa en sus víctimas puede afectar toda su vida. La doctora Medina dijo que un niño acosado durante su edad escolar es un potencial candidato a sufrir depresiones y tener tendencia al suicidio.
Es importante destacar que los niños abusados también desarrollan sentimientos de venganza y de ira, y aunque guardan esos resentimientos en su interior, más tarde lo reflejan con cualquier otro compañero, incluso cuando cursan estudios superiores.
En cuanto al niño que se caracteriza por acosar a su compañero de clases, es probable que se convierta en antisocial más adelante, por lo que los padres deben trabajar esta conducta con profesionales del comportamiento infantil.
La doctora Marissa Medina Piña especificó que el acoso escolar se da en igual proporción en las escuelas pública y en los colegios. Los varones son más propensos a convertirse en acosador y acosado de agresión física en tanto que entre las niñas lo que más se da es la exclusión y la burla.
El hogar tras el niño acosador. Generalmente estos menores vienen de hogares fríos, que se caracterizan por falta de interés en las actividades de la escuela. Son hijos de padres muy permisivos, que permiten que el niño haga y deshaga a su antojo, y lo peor es que pueden ser miembros de una familia donde reina la violencia.
Identificación de la víctima. Casi siempre ocurre en hogares en los que los padres son sobre protectores, que no permiten que el niño se desarrolle, y sienten que deben protegerlos hasta del aire que los rodea.
La familia
Preocuparse por sus hijos. Cree un canal de diálogo con ellos. Evite los monólogos.
Estar pendiente
Observar los posibles síntomas, como nerviosismo, falta de apetito, insomnio, bajo rendimiento escolar, fobia escolar, etc.
El acoso
Evitarlo
¿Se puede proteger al niño para que no se convierta en un acosador ni en un acosado? Pues claro que sí. Por lo menos existen algunas pautas que pueden ayudar tanto a la familia como a los educadores y a la sociedad de un modo general, a prevenir este fenómeno. Como por ejemplo: transmitirle valores, normas, comportamientos adecuados, amor a los demás y fomentar el sentimiento de solidaridad.
Doctora Marissa Medina Piña
Es consejera de estudiantes de licenciatura de educación y profesores en ejerciciotambién maestra de la Facultad de Educación de la Universidad de Puerto Rico. Imparte cursos de Psicología educativa y Psicología general y un curso introductorio que deben realizar todos los aspirantes a estudiar Educación en Borinquen, para trabajar con las discapacidades de los niños. Tiene 30 años de experiencia.
Disciplina. Es fundamental que ésta exista en el aula y el centro.