FABIO R. HERRERA-MINIÑO
La Biblia nos enseña que Dios le prometió a Abraham, en su vejez, que iba a ser el padre de naciones tan numerosas como las estrellas del cielo o las arenas del mar. En su ancianidad, tuvo de Agar, la esclava, a Ismael, y luego, por la promesa de Dios, su esposa Sara dio a luz a Isaac, pese a que ya tenía una edad en que mujer alguna no podía concebir, al menos que fuera por la intervención divina.

Isaac e Ismael fueron las raíces de grandes pueblos, como Dios lo había concebido, naciendo del primero la raza judía y del segundo la árabe. La historia de ambos pueblos, a medida que crecían y transcurrían los siglos, fue de un enfrentamiento constante, que en la primera década del siglo XXI perdura y amenaza a cada rato la paz mundial, acelerando los actos de terrorismo de los fundamentalistas árabes en contra de la civilización judeo cristiana de Occidente.

El profesor Juan Bosch, a finales de la década del 30, concibió, junto con otros valiosos dominicanos, la conformación de un partido en el exilio que sería el PRD, el cual alcanzaría abrumadoramente el poder en Dominicana a finales de 1962, después de la muerte de Trujillo, en las primeras elecciones libres organizadas para enganchar al país a la democracia.

Bosch, después de ser derrotado y pasar varios años liderando al PRD, consideró que el mismo era inmanejable, y luego, al ver que no podía eliminar las garrapatas al buey que más jalaba, decidió formar tienda aparte. Así se le dio origen en una pequeña agrupación cerrada, cual logia masónica, e inspirado en los ideales marxistas-leninistas, de células, círculos de estudios y de doblegar la personalidad, obligando a sus circulistas a hacer tareas que normalmente estaban consideradas para las gentes más pobres. Con esa concepción tomó cuerpo lo que plasmó en su extraordinario cuento La Mancha Indeleble escrito en Caracas en 1960.

En La Mancha Indeleble, el profesor Bosch se inscribió en la escuela Orwelliana que ya había publicado “1984” y “Rebelión en la Granja”, denunciando los regímenes totalitarios. Bosch, en su cuento denunciaba al partido único, que los cuadros al inscribirse tenían que entregar su cabeza al entrar al partido, se le colocaba en estantes donde había miles de cabezas de los miembros, ya que no se tenía derecho a pensar. Por coincidencia, 13 años después, así nació el PLD hasta que recibió el empuje del doctor Balaguer para que llegara al poder en 1996 y se convirtiera en el siglo XXI en un partido de masas con todos sus vicios y virtudes.

El PLD nació como un pequeño acorazado de bolsillo, y como un baño refrescante para agitar las conciencias y separar a los peledeístas de la corrupción de los demás dominicanos, manteniéndolos aislados de esa contaminación. Tanto el PRD como el PLD, nacidos de la mente preclara de Juan Bosch, y los árabes y los judíos, nacidos de las simientes de Abraham, se comportan como perros y gatos, sin poder coexistir, y en pleno siglo XXI, el país y el mundo viven bajo los temores de las acciones irreflexivas de esos dos partidos y de esas dos razas en lo que puedan hacer en contra del país y contra del mundo, como ocurre con la destrucción del Líbano por parte de Israel para combatir a las guerrillas del Hezbollah.

Los judíos y árabes mantienen una sangrienta lucha, en que el terrorismo ocupa un lugar de importancia en el uso de toda clase de armas. El mundo se siente amenazado por un holocausto nuclear, que al decir el Código Secreto de la Biblia, obra escrita por Michael Drosnin y traducida ya a varios idiomas, establece la tesis de que la Biblia, descifrada por algunos con el uso de computadoras, el mundo sería destruido este año, cuando se produzca un ataque nuclear contra Israel.

Los perredeístas, con sus aliados circunstanciales las reformistas, y peledeístas, nacidos de la misma mente, mantienen en zozobra al país en sus afanes de dominar la vida política de la Nación. Los primeros, que perdieron en mayo pasado su enorme poder congresual y municipal, trataron de atascar al gobierno peledeísta en los pasados dos años; ahora se ven desbordados por el poder morado, en que ya importantes dirigentes no ocultan que harán uso de ese poder otorgado por los votantes para imponer la intolerancia. Ya hay señales aparecidas en los pasados 22 días, después del 16 de agosto, que podrían alterar el equilibrio democrático y hacer uso de su criterio exclusivista en cuanto su honradez y capacidad que ya el ingenioso Harold Priego, en una de sus caricaturas los presentó a todos como el sabio Albert Einstein.

Somos espectadores de una lucha muy interesante, en donde los actores políticos, con sus ambiciones desatadas dos años antes de las elecciones del 2008, han calentado el ambiente. Por primera vez en el PLD aparecen esas luchas de zancadillas del PRD para aplastar al adversario.