Cómo poner las cartas sobre la mesa antes del matrimonio

Cómo poner las cartas sobre la mesa antes del matrimonio

Un matrimonio, cual estructura que se pretende construir sólida y duradera, debe ser precedido por una planificación en la que las partes involucradas conjuguen sus expectativas y planes después de la unión. También se debe confirmar la viabilidad de este compromiso que, si bien hoy día se toma a la ligera visualizándose la posibilidad del divorcio como lo más normal, debería ser “hasta que la muerte los separe”.

He ahí la importancia de poner las cartas sobre la mesa antes, durante el noviazgo, una etapa que según señala la terapeuta sexual y de pareja Heidy Camilo, es de vital importancia para la persona que piensa en contraer matrimonio.

“En el noviazgo cada uno muestra lo mejor de sí mismo, sobre todo en los inicios de la relación… ahora bien, es necesario un tiempo prudente luego de la intensidad inicial, para que la pareja pueda madurar sus  planes y proyectos”, advierte Camilo. En ese tiempo de maduración se deja de lado la emocionalidad y se apela a la sinceridad para acordar con la pareja lo que se desea ser, tener o hacer con la vida que se ha de compartir.

Evidentemente después de la unión matrimonial nada es como antes y cada acción del uno repercute en el otro, por lo que ya no se puede actuar simplemente “porque sí”.

El respeto a la individualidad dentro del  matrimonio es trascendental para mantener la unión estable.  Se trata, por lo general, de una cuestión de equilibrio, dentro del plan que ya se trazó durante el noviazgo.

¿Qué cosas deben acordarse antes del matrimonio?  “Absolutamente todo   debe conversarse durante el noviazgo -responde la especialista-: los hijos, cuándo se tendrán, la forma de planificación anticonceptiva que se utilizará, el presupuesto, el pago de servicios, inclusión, exclusión, fechas especiales…

Este acuerdo debe de ser explícito,  debe ser decidido entre los dos. Muchas pareja inclusive en el manejo financiero hacen cuentas conjuntas para los gastos del hogar”, dice Camilo.

Para iniciar este proceso, especialmente si no se tiene experiencia, la orientación de un tercero puede servir de mucho, siempre y cuando no provenga de un familiar cuya opinión estará viciada por el lazo familiar. Asegura que es muy adecuado para las parejas religiosas los cursillos prematrimoniales, donde reciben información y consejería para afrontar lo que vendrá. Camilo señala que si existieran ciertos inconvenientes sería bueno plantearlos ante un terapeuta.

“¿Para qué sirve el noviazgo?”

En el artículo “¿Para qué sirve el noviazgo?”, publicado en la revista “ReXpuestas”, la sexóloga Mirtha de León afirma que “con el noviazgo se puede practicar la habilidad de resolver conflictos sin el compromiso del matrimonio, provee la oportunidad de encontrar una pareja apropiada; ofrece el beneficio de llegar a ser una persona más fuerte y lograr madurar en varios aspectos, ayudándonos a ver las cosas de distinta manera.

Cuando estamos pensando en el matrimonio, debemos conversar y poner sobre la mesa los siguientes temas:

• Manejo de las finanzas

• Religión

• Intimidad sexual

• Fidelidad

• Métodos de planificación familiar

• Proyectos individuales y comunes

• Toma de decisiones

• Participación de ambas familias en el matrimonio

• Manejo del tiempo libre

• Forma de educar a los hijos.

La frase

Los matrimonios felices se basan en la capacidad de cada uno para satisfacer las necesidades del otro…”. Dr. Fernando Santamaría Medina, en  “Relación de pareja: ¿Por qué algunas funcionan y otras no?”, publicado en la revista “ReXpuestas”.

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