Vivir en una isla, en un entorno paradisiaco, rodeados de azules aguas, coquetas palmeras y un límpido cielo azul, es una situación envidiable para muchos habitantes de países de Europa y de Latinoamérica.
Sin embargo, esta maravillosa situación podría generarnos una gran desventaja si consideramos que los habitantes de islas como la nuestra tienen mayores posibilidades de padecer una insolación.
Y es que la excesiva exposición a la radiación solar, el poco consumo de líquido, la falta de aclimatación y de acondicionamiento, así como el hecho de no usar protector solar (bloqueador) son factores de riesgo para sufrir una insolación.
Exceso de calor
La doctora Luisa González Bogaert, dermatóloga, señala que de una manera simple la insolación podría definirse como: una agresión de las radiaciones solares.
El cuerpo cuenta con mecanismos naturales para aumentar o disminuir el calor cuando el cuerpo está más frío o más caliente de la temperatura normal de 98.6 grados, pero cuando detecta que la temperatura del cuerpo excede esta medida, pone en marcha procesos para disipar el exceso de calor.
Estos procesos incluyen que el corazón haga circular la sangre más rápidamente y los vasos sanguíneos se dilaten para llevar más sangre a las capas superficiales de la piel de donde el calor es irradiado al medio ambiente. Si el cuerpo no puede enfriarse rápidamente de esta manera, recurre al sudor, para deshacerse del exceso de calor.
Pero en días muy calurosos y húmedos la evaporación del sudor se hace más lenta, por lo que el sudor no es suficiente para bajar la temperatura de su cuerpo, entonces ésta sube y se provoca la insolación.
Algo serio
La mayoría de las personas lo ignoran, pero las consecuencias de una insolación son tan graves que podrían provocar la muerte.
Así lo afirma la doctora Luisa González Bogaert, quien agrega otras consecuencias directas: quemaduras, dolor de cabeza, trastornos visuales, mareos e hipertensión, erupciones, desmayos, calambres y agotamiento. Otros síntomas son: respiración rápida, pulso débil, convulsiones y pérdida del conocimiento. Ante este cuadro, la dermatóloga señala la importancia de la prevención.
A continuación ¡Vivir! le da diez recomendaciones para evitar que el sol y el calor abusen de usted.
Tratamientos
Primeros auxilios
La doctora Luisa González Bogaert, especialista de la Clínica de la Piel y cirugía Dermatológica Dr. H. Bogaert, recomienda que cuando una persona presente el cuadro de insolación se le coloque en un lugar fresco con la cabeza alta y boca arriba. Luego ponerle compresas frías y húmedas en la frente. Darle de beber agua a temperatura ambiente. Suministrarle un anti-inflamatorio y ponerle loción protectora. Si después de esto el paciente no mejora, se debe acudir a un médico.
No se recomienda
No le suministre a la persona líquidos que contengan alcohol o cafeína, ya que pueden interferir con la capacidad del cuerpo de controlar su temperatura interna.
10 consejitos para prevenir la insolación
1. Usar lentes de sol.
2. No salir o exponerse por tiempo prolongado cuando el calor es muy intenso (de 10:00 a. m. a 3:00 p.m.).
3. Usar ropa de algodón de colores claros y tejido tupido.
4. Usar protector solar con un factor de protección (SPF) de 30 ó más. Se debe aplicar 30 minutos antes de salir y cada 1, 2 ó 3 horas, de acuerdo a la actividad que se va a realizar.
5. Llevar sombrilla
6. Ingerir frutas y vegetales
7. Beber agua antes de comenzar y durante cualquier actividad al aire libre.
8. Evitar tomar té, café, gaseosas y bebidas con alcohol porque pueden deshidratar.
9. Aumentar gradualmente el tiempo que pasa al aire libre.
10. Usar sombrero o gorras.