¿Cómo puedo hacerme cristiano?

¿Cómo puedo hacerme cristiano?

POR CLAUDIA HERNÁNDEZ DE ALBA
Así como los reyes y los poderosos de la tierra nacen del mismo modo que el hombre más sencillo, también la persona más intelectual e iletrada debe hacerse cristiana.

Esto es verdad para todos los hombres en todas partes, a través del espacio y del tiempo, sin excepción. Jesús dijo de una forma que no deja otra alternativa: “Nadie viene al Padre, sino por mi” (Juan 14:6) (Francis Schaeffer, Trae Spirituality, Verdadera espiritualidad, p1).

También, Jesús dijo que para entrar al reino de los cielos, una persona debe nacer de nuevo (Juan 3:3). Esto consiste en un acto del corazón: creer en Jesucristo como Señor y Salvador. Cuando nacimos al mundo físico, nacimos en muerte y espiritual. Por eso necesitamos un nacimiento espiritual. Este comprende dos fases: la primera es darnos cuenta de que no podemos lograrlo por nuestras propias fuerzas. Somos pecadores y necesitamos ayuda.

Ahora, ¿Qué es un pecador? Un pecador es alguien que esta separado de Dios, ha decidido hacer su propia voluntad y no puede volver a Dios por causa de su pecado.

El pecado se puede definir sencillamente como nuestro orgullo y egoísmo. De modo más especifico, el pecado es la violación de las normas de la justicia de un Dios santo.

Así que debemos reconocer que necesitamos un Salvador, alguien que realice todo lo que Dios exige. La única persona que hizo esto fue Jesucristo. El vivió la única vida aceptable ante Dios.

El murió como sustituto en la cruz por nuestros pecados, porque nosotros no teníamos la posibilidad de agradar a Dios por nuestros meritos. Entonces, el paso inicial es saber que todos hemos pecado, quebrantando la ley de Dios, y que merecemos el juicio como consecuencia. La Biblia dice: “La paga del pecado es muerte” (Romano 6:23).

Una vez que una persona ve lo desesperado de su situación y se da cuenta de que Jesucristo ofrece una respuesta, el paso siguiente es recibir ese ofrecimiento de modo personal: “La dadiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, Señor nuestro”(Romanos 6:23). Cuando una persona recibe a Cristo como su Salvador al aceptar el don de Dios, en ese momento esa persona nace de nuevo.

Es tan fácil que hasta un niño lo puede hacer, pero es difícil porque primero tenemos que saber que no podemos lograrlo por nuestras fuerzas. Jesús dijo que para entrar al reino de los cielos, la persona debe humillarse como un niño, y sólo entonces Dios la recibirá (Mateo 18:3).

¿Cuál es su situación? ¿Ha tomado usted esa decisión? ¿Ya ha nacido de nuevo? Si desea hacerlo, le ofrezco esta oración, que puede hacer: “Señor Jesús, yo se que soy pecador; me doy cuenta de que no puedo salvarme sólo. Gracias por morir por mi. En este momento, de la mejor manera que se, confió en ti como mi Salvador y Señor. En el nombre de Jesús. Amén”.

Si usted oró a Dios con toda sinceridad, entonces ¡usted es cristiano ahora!

Una cosa que es importante observar, sin embargo, es que el recitar las palabras anteriores no es lo que obtiene el resultado. No hay nada mágico en ellas; cualquiera puede repetir una oración. Es la actitud del corazón y su deseo al orar y confiar en Cristo lo que cambia las cosas.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas