¿Cómo puedo saber con certeza que mi hígado tiene grasa?

¿Cómo puedo saber con certeza que mi hígado tiene grasa?

El diagnóstico requiere de evidencia de esteatosis hepática, ya sea por imagen (sonografía, tomografía y resonancia) o por histología (biopsia).
La sonografía no puede determinar el estadio de la enfermedad en forma precisa, y tampoco puede identificar la presencia de fibrosis, excepto cuando hay cambios visibles como la cirrosis que es un estadio avanzado.
La ecografía tiene una sensibilidad limitada y no detecta de manera fiable la esteatosis cuando es < 20% o en los individuos con un índice de masa corporal (IMC) elevado (> 40 kg/m²).
Se diagnostica cuando el examen microscópico (biopsia) de la muestra revela infiltración grasa dentro del hígado, inflamación y diferentes grados de fibrosis.
Si solamente se encuentra grasa, entonces se establece el diagnóstico de hígado graso simple.
La biopsia hepática es la única que puede distinguir la presencia de esteatosis, determinar la actividad inflamatoria, estadificar la fibrosis y efectuar diagnóstico diferencial con otras entidades.
Sin embargo, al ser un procedimiento invasivo y con cierto riesgo, su utilización está limitada.
La determinación del grado de fibrosis sirve para predecir el pronóstico.
Las limitaciones de la biopsia y la evaluación periódica del paciente han impulsado la búsqueda de alternativas no invasivas para evaluar el grado de fibrosis hepática.
En los últimos años el avance más importante se ha obtenido con la aparición de la elastografía de transición o fibroscan.
Esta técnica permite conocer la rigidez hepática mediante una exploración no invasiva, rápida, fácil, fiable y repetible en el tiempo.
Expresa un valor cuantitativo proporcional al grado de fibrosis hepática y determina el grado de esteatosis.
La posibilidad de repetir la exploración periódicamente permite identificar de forma precoz a los pacientes con progresión de la enfermedad y con mayor riesgo de complicaciones.

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