Cómo reconocer un grave trastorno del sueño

Cómo reconocer un grave trastorno del sueño

Mario estaba demasiado somnoliento durante el día. Cuando conducía el auto, su esposa tenía que vigilarlo continuamente pues sufría desvanecimientos momentáneos que rara vez recordaba. Por las noches roncaba muy fuerte y de forma irregular, y a veces se despertaba sobresaltado y con sensación de ahogo.

Mario tenía los síntomas clásicos de la apnea del sueño (el termino apnea significa literalmente “sin respiración”). Un episodio de apnea puede durar entre diez segundos y dos o tres minutos, y durante su transcurso, la víctima suele revolverse en la cama, jadeando, tras lo cual se queda dormida de nuevo. Estos episodios se repiten centenares de veces por noche. Hay tres tipos de apnea del sueño:

La apnea central se produce cuando el centro cerebral que controla la respiración no manda la señal de respiración con regularidad. En el caso de la apnea obstructiva, las vías respiratorias superiores a nivel de la garganta se cierran y bloquean la circulación del aire. La apnea mixta es una combinación de ambas y es la más frecuente.

Quien sufre apneas, del tipo que sean, puede terminar prácticamente en el mismo estado de quien se queda levantado todas las noches, ¡día tras día!

Las víctimas de apnea corren peligro, pues quizá se desvanezcan mientras trabajan o cuando están al volante de su automóvil. Pueden tener hipertensión, cardiomegalia (aumento del tamaño del corazón) y un mayor riesgo de sufrir un derrame cerebral (accidente cerebrovascular) o insuficiencia cardiaca.

Si bien los más propensos son los hombres obesos mayores de 40 años, las apneas del sueño pueden ocurrir a cualquier edad, incluso en la tierna infancia.

Existen varios tratamientos para la apnea del sueño, los cuales deben ser indicados y supervisados por un especialista. El tratamiento no quirúrgico más efectivo para la apnea de tipo obstructivo es un aparato que suministra una presión positiva continua en las vías respiratorias.

El paciente se coloca una mascarilla por la noche, y un regulador de presión (ajustado por un médico a las necesidades de la persona) suministra la cantidad justa de aire que se precisa para que no se produzcan apneas.

Una alternativa quirúrgica es eliminar el tejido excesivo de la garganta mediante rayos láser u ondas de radiofrecuencia.

[b]NARCOLEPSIA[/b]

Otro trastorno del sueño que requiere atención médica es la narcolepsia, problema neurológico que provoca una somnolencia excesiva durante el día. La narcolepsia suele comenzar entre los 10 y los 30 años de edad.

Quienes la padecen a veces desarrollan lo que se conoce como conducta automática, un estado en el que parecen que se comportan normalmente, pero no recuerdan que hayan transcurrido largos periodos de tiempo. Lo trágico de esta enfermedad es que muchas veces pasan años sin que se diagnostique, y mientras tanto a la víctima se le tacha de perezosa, peculiar o lenta en su razonamiento. Si bien se considera incurable, con medicación y algunos ajustes en el estilo de vida se pueden tratar los síntomas con diversos grados de éxito.

[b]OTROS TRASTORNOS DEL SUEÑO[/b]

Hay otros dos problemas –los cuales a veces aparecen juntos– que afectan directamente las extremidades, produciendo insomnio crónico.

Uno es el trastorno de movimientos periódicos de las extremidades, en el que las piernas, y a veces los brazos, dan sacudidas y experimentan contracciones espasmódicas durante el sueño. A algunas personas estos movimientos los despiertan hasta trescientas veces durante la noche.

Otro trastorno es el síndrome de piernas inquietas, en el que la persona nota una sensación en los músculos de las piernas y en las rodillas que le produce una necesidad irresistible de moverse y, por lo tanto le impide conciliar el sueño.

Aunque este trastorno a veces obedece a la falta de ejercicio o a la mala circulación, en algunos casos parece que guarda relación con el consumo de cafeína. También se sabe que en ocasiones el alcohol agrava el problema.

El bruxismo es un trastorno que se caracteriza por el acto de rechinar o apretar los dientes durante el sueño. Si se produce habitualmente puede desgastar demasiado los dientes y causar mucha molestia en las mandíbulas, ocasionando insomnio grave. Dependiendo del grado de bruxismo, el tratamiento puede variar desde la cirugía oral hasta el uso de una protección para los dientes durante la noche.

[b]BUSQUE AYUDA[/b]

Si usted o un ser querido padece de insomnio crónico o tiene síntomas de cualquier trastorno de sueño que revista gravedad, lo más sensato es buscar ayuda profesional pronto.

Aunque el tratamiento no elimine por completo el problema, es posible que reduzca considerablemente los riesgos y ayude a los afectados a sobrellevar mejor la situación.

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