¿Cómo romper ese fatalismo mítico?

¿Cómo romper ese fatalismo mítico?

JOSÉ B. GAUTIER
Necesito la ayuda de alguien, dominicano o haitiano, que me explique el significado político de la última visita del presidente de la República de Haití, señor René Preval, a la República Dominicana, su país ocupado y sometido por fuerzas militares extranjeras, invitado a participar en un homenaje que rindió el gobierno dominicano al intelectual haitiano Jacques Roumain, conmemorando el centenario de su nacimiento.

El laureado escritor Roumain, fundador del Partido Comunista haitiano, y autor de la brillante novela «Los gobernadores del rocío», obra literaria donde recoge las costumbres ancestrales del pueblo haitiano, fue en vida un acérrimo enemigo de la infame primera ocupación de su país por fuerzas militares norteamericanas, las cuales permanecieron vergonzosamente pisoteando su soberanía de l915 a l934, hecho preso en l928 y l929, luchador con ideas revolucionarias, exiliado.

El dramático acoso a la nación haitiana se repite actualmente. Todo el territorio de la República de Haití está siendo ocupado vilmente, nueva vez, por fuerzas político-militares encabezadas por países integrantes de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), después de que el gobierno constitucional que presidiera Jean Bertrand Aristide fuera derrocado mediante un golpe de Estado armado dirigido por fuerzas militares norteamericanas y obligado a exiliarse en el extranjero.

Testigo de ese drama que ve la barba del vecino arder, es inconcebible en geopolítica, a no ser que se haya perdido la dignidad y la vergüenza como nación libre y soberana, que la República Dominicana que fue víctima de agresiones similares de «marines» norteamericanos de l916 a l924 y en l965, su gobierno, su gente, en vez de condenar y repudiar ese golpe de Estado militar realizado por los Estados Unidos de América en Haití, el cual cercenó la vida institucional y democrática de nuestro vecino territorial, haya callado, apoyando con su silencio, esa grosera nueva ocupación militar del territorio hermano.

Si Jacques Roumain, el luchador, el visionario, estuviera hoy entre nosotros, ¿cómo juzgaría al presidente René Prerval ante la nueva ocupación militar de su país?.

¿La aceptaría, rendido, como un fatalismo mítico? ¿Lucharía para que su pueblo superara sus creencias atávicas político-religiosas?.

¿Qué mensaje envió, qué enseñanza dejó, al pueblo dominicano el homenaje rendido por el gobierno dominicano al político y escritor Jacques Roumain con la presencia del presidente Preval (siempre bienvenida) que no fuera establecer que la República de Haití sigue hoy, igual que ayer, viviendo vacía, yerma, dentro de ese fatalismo histórico descrito en la novela «Los gobernadores del rocío» sin que su pueblo avance a un futuro más prometedor, libre, independiente, soberana su nación, los haitianos sometidos al ultraje por una Misión de Estabilización de la ONU (MINUSTAH) en su territorio con un gobierno enjaulado e impotente?.

? En este breve instante de conciliación y de concordia entre viejos amigos vecinos, hay que tener mucha calidad moral para sacar a relucir con cinismo frente al anfitrión de una sociedad superada, democrática y abierta, recuerdos de hechos trágicos, como la matanza de haitianos en territorio dominicano, en 1937, cuya responsabilidad única pende de la aguja en la balanza de la historia según el lado del cristal en que se mira!

¡Es tan fácil pasar de lo sublime a lo ridículo!

Publicaciones Relacionadas

Más leídas