ROMA. AFP.  El jefe de gobierno italiano Silvio Berlusconi, quien será juzgado en abril por prostitución de menor y abuso de poder, cuenta con un arsenal jurídico de recursos para evitar o aplazar el proceso, que se perfila como el juicio del siglo.  

Si bien la jueza milanesa Cristina Di Censo dispuso que la primera audiencia se celebre el 6 de abril y que sea procesado con rito inmediato en base a «pruebas evidentes», es posible que los defensores del primer ministro presenten todo tipo de medidas para postergar el juicio.

«Evidentemente la fiscalía tiene pruebas serias, aplastantes, para pedir el juicio inmediato. Las cosas se ponen feas para Berlusconi», explicó un juez romano.

Berlusconi es acusado de haber pagado los servicios sexuales prestados entre febrero y mayo del 2010 por una menor de edad, una marroquí apodada Ruby, y por ello corre el riesgo de ser condenado a 3 años de cárcel.   Igualmente es acusado de concusión o abuso de poder, castigado con una pena de hasta doce años de cárcel, por haber intercedido personalmente para que la joven marroquí fuera liberada por la policía la madrugada del 28 de mayo tras haber sido detenida por haberle robado 3,000 euros a una brasileña con la que convivía. Según fuentes cercanas a los defensores, Berlusconi recusará el tribunal de Milán, que considera «no competente» para juzgar al jefe de gobierno y pedirá que el caso pase al tribunal de ministros. Un pedido complejo que puede ser rechazado.

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Cambiar tribunal

Berlusconi podría solicitar que el caso sea juzgado en Monza y no en Milán, porque la comisaría involucrada formaría partede esa localidad, a las puertas de la capital financiera.   Las tres magistradas mujeres que deberán juzgarlo, escogidas en forma casual por una computadora, pueden rechazar todas esas solicitudes.