Cómo se elige al presidente del Gobierno de España

Cómo se elige al presidente del Gobierno de España

Madrid.- Los diputados elegidos hoy en las urnas serán los encargados de designar al presidente del Gobierno español, en un proceso que se inicia con la propuesta del rey al presidente del Congreso, después de consultar a los partidos políticos.

Felipe VI, proclamado monarca en junio de 2014, realizará por primera vez esta tarea, en un momento en que en la Cámara elegida este domingo se presenta con cuatro grupos potentes, pero lejos todos de la mayoría absoluta, incluso con pactos entre dos de ellos.

A partir de mañana, el Gobierno presidido por Mariano Rajoy (PP, centroderecha), pasa a estar en funciones, con lo que solo podrá aprobar cuestiones de trámite, y se mantendrá así hasta la investidura del nuevo presidente.

Según la Constitución española, el presidente del Gobierno es elegido por los 350 diputados del Congreso que, según el calendario electoral actual, se constituirá el próximo 13 de enero, la única fecha determinada en el proceso, fijada ya cuando se convocaron las elecciones.

Ese día los diputados juran o prometen acatar la Constitución y eligen al presidente y a la mesa de la Cámara. Después se abre un plazo de quince días para la ceremonia solemne de apertura de la legislatura en un acto institucional.

En ese periodo, sin un plazo definido, el rey inicia consultas con los representantes los partidos, por orden de menor a mayor, según el número de escaños. A continuación, Felipe VI propone al presidente del Congreso -tercera autoridad del Estado- un candidato a jefe del Ejecutivo, el que cuente con más posibilidad de superar la investidura, según las consultas.

Una vez el presidente del Congreso tenga la propuesta de un candidato, convoca el pleno donde éste presenta su programa de gobierno y solicita la investidura.

Para ser elegido presidente, el candidato debe obtener en una primera votación la mayoría absoluta de la Cámara (176 votos). Si no lo consigue, a las 48 horas hay una segunda votación, en la que ya se requiere mayoría simple (más síes que noes).

En el caso de que el candidato propuesto no consiguiera los apoyos suficientes en la segunda votación, se tramitarían sucesivas propuestas de otros candidatos con la misma fórmula, previas consultas del monarca.

Pero si dos meses después de la primera votación de investidura ningún candidato obtiene la confianza del Congreso, el rey disolvería las dos Cámaras y convocaría nuevas elecciones, con el refrendo del presidente del Congreso.

En todo el periodo constitucional actual, que se inauguró en 1978, nunca ha ocurrido esta circunstancia y el Congreso nunca ha tardado más de mes y medio en investir al presidente del Gobierno.

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