Posiblemente usted sea de los que disfrute un buen trago de ron Brugal.
Su sabor y olor embriagador lo hacen único e inconfundible. De ahí que sea uno de los preferidos en el gusto de los dominicanos.
Sin embargo, quizás nunca se ha preguntado cómo es el proceso de elaboración de esta bebida espirituosa que ostenta el cuarto lugar entre los grandes destilados del mundo, solamente superado por Bacardí, Havana Club y Captain Morgan.
La historia se remonta a 1888, cuando el español Andrés Brugal Montaner fundó Brugal & Compañía en Puerto Plata.
El fundador de este icónico ron, considerado como marca país, obtuvo en Cuba la experiencia en la fabricación de destilado y en República Dominicana encontró la materia prima ideal: la melaza.
Según Pavol Kazimir, embajador de la marca, la elaboración de Ron Brugal se divide en dos etapas: la primera es la creación de alcohol en la destilería que tienen en San Pedro de Macorís; la segunda, cuando se recibe este líquido en Puerto Plata para su añejamiento, formulación y embotellado.
Este destilado, obtenido a partir de la materia prima, melaza, llega con 95 grados de alcohol. Luego, se mezcla con agua proveniente de las montañas de Puerto Plata, para bajar el grado alcohólico a 65 grados.
Este alcohol diluido, llamado también alcohol hidratado, se introduce en las barricas.
Después del primer año en barrica tiene un color ámbar claro. También adquiere un poco de sabor y mantiene los 65 grados de alcohol. Todavía es denominado envejecido. No es ron.
Los aromas y sabores percibidos en esta primera etapa se forman de manera natural a través del añejamiento en barrica. El líquido está ligeramente dulzón y avainillado.
El Brugal envejecido, después de cinco años en barrica, tiene un color mucho más oscuro. En este punto, se sienten sabores más prolongados de vainilla, caramelo y es posible percibir ligeras notas de cacao, chocolate, café y especias como la canela. Todo esto es obtenido de la madera de las barricas. El producto final, es una mezcla de envejecido de diferentes edades.
Por ejemplo, un ron Brugal Extra Viejo es una mezcla de envejecidos de tres hasta ocho años.
Actualmente, la compañía cuenta con catorce almacenes donde reposan 200 000 barricas en las cuales envejecen millones de litros de ron. Sus barricas de roble blanco americano, con un primer uso de añejado de whisky americano, aportan notas de vainilla, café y especias. Las barricas de roble rojo europeo usadas para añejar vino de jerez, ofrecen aromas y sabores de frutas rojas, pasas, ciruela y, en general, notas afrutadas.
“Cada ron que contiene Brugal en su portafolio contiene el mismo alcohol que proviene de la destilería, la única diferencia es el tiempo de añejamiento y el tipo de barrica”, especificó el experto.
Kazimir destacó que gracias al clima, el proceso de añejamiento pasa seis veces más rápido que en países como Escocia. La parte negativa del clima, señala, es que debido a la evaporación están perdiendo cada año entre ocho y doce por ciento del contenido total de las barricas.
“Después de ocho o nueve años, no queda prácticamente nada en la barrica”, especifica.
Sobre las ediciones especiales de Casa Brugal, como el ron Papá Andrés, el experto en ron detalló que cuentan con 37 barricas exclusivas para guardar los mejores envejecidos de todos los años, que luego se utilizan para la formulación final.