¿Cómo se logra la inmunidad?

¿Cómo se logra la inmunidad?

Gracias a las células blancas o linfocitos, el sistema inmunológico posee una “memoria”, o un sentido de la historia. Los linfocitos fabrican anticuerpos (proteínas que circulan en la sangre) que atacan a los intrusos.

Una vez que usted ha producido anticuerpos ante algún microbio –un virus de gripe específico, por ejemplo– ese virus particular no lo puede volver a enfermar, porque usted cuenta con las células que lo reconocen inmediatamente y producen los anticuerpos que los destruyen. La inmunidad puede durar años, a veces toda la vida. Esta es la “inmunidad adquirida”.

La ciencia también ha desarrollado vacunas. Todo empezó a finales del siglo XVIII, cuando el médico inglés Edward Jenner observó que las personas que sufrían una enfermedad moderada llamada “cowpox” (vacuna), nunca padecían varicela, a la que está relacionada.

Utilizando un muchacho que no había padecido ninguna de las dos, Jenner intentó con la inoculación: ralló la piel del joven y aplicó secreciones de llagas provocadas por vacuna, y el muchacho atrapó la enfermedad. Después, cuando Jenner lo inoculó con varicela, no ocurrió nada. (Experimentos en humanos como éste, hoy harían aterrizar al Dr. Jenner en los tribunales).

Provocar la inmunidad inyectando a personas sanas con microbios muertos o alterados que causarían una enfermedad determinada ha evitado millones de muertes por rubéola, polio, difteria, gripe, sarampión, tétanos, fiebre amarilla y muchas otras. Las vacunas, en realidad, refuerzan el sistema inmunológico.

¿La falta de sueño deprime la inmunidad? Esto puede ocurrir. Sin embargo, la pérdida de sueño durante algunas noches no provocará necesariamente que usted se enferme. Muchas cosas aumentan o deprimen la inmunidad temporalmente. El número de células inmunes sube y baja de manera natural en las personas saludables. 

¿Qué suplementos se recomiendan? Hasta ahora no hay razón para creer que los suplementos aumenten la inmunidad en personas saludables, excepto en los desnutridos o en los ancianos. Por ejemplo, aunque la desnutrición es rara en Estados Unidos, algunos grupos, particularmente los ancianos, pueden estar deficientes en vitamina C, ciertas vitaminas B, y zinc.

Estudios indican que aumentar el insumo de nutrientes a niveles adecuados pueden mejorar la inmunidad, y hay algunas pruebas de que las personas mayores se mantienen más saludables si ingieren una cápsula de multivitaminas y minerales. En contraste, otras investigaciones sugieren que las mega-dosis de ciertos nutrientes pueden suprimir significativamente algunas respuestas inmunológicas.

Veamos al zinc, como ejemplo, que se encuentra en la carne y los granos, y que a veces se promueve como un estimulador ideal del sistema inmunológico cuando se toma como suplemento.

Mientras que algunos estudios muestran que los suplementos de zinc pueden reforzar la inmunidad y promover la cura de heridas en los ancianos, altas dosis en realidad pueden suprimir las respuesta inmunológica.

Una dieta baja en beta caroteno pude deprimir la inmunidad, pero no está claro si los suplementos de beta caroteno pueden corregir la situación, o qué niveles ayudarían. Entre los agentes que se ha demostrado estimulan la inmunidad en experimentos están algunas bacterias, como las del yogur, pero no es totalmente cierto que consumir yogur (con o sin cultivos vivos) promuevan la resistencia a enfermedades.

¿Qué alimentos elevan la inmunidad? Una dieta adecuada ayuda a preservar la inmunidad y mantenerlo. El sistema inmunológico necesita nutrientes como las proteínas, ácidos grasos, vitaminas y minerales. Personas sumamente mal alimentadas son particularmente vulnerables a las disfunciones inmunológicas, y se enferman con mayor facilidad que otras, y se mantienen enfermos por más tiempo.

Sin embargo, lo que la mayoría de las personas quiere saber es si un alimento específico, o algún tipo de alimento, elevará la inmunidad en personas saludables que llevan una dieta adecuada. La respuesta por lo general es “no”. 

CUIDADOS INFANTILES

El tiempo que se dedica a los hijos depende de su dependencia, si bien los más pequeños requieren más atención. Además de aspectos como la comida, la limpieza y la supervisión, los niños necesitan hablar y jugar con sus padres y compartir su tiempo. Según datos de Más Vida Red, los factores que influyen en el tiempo que precisan son:

– Los bebés y niños menores de dos años van a requerir mucho tiempo de cuidado.

– A partir de los 3 años, y sobre todo si se les ha educado a ser responsables, precisan menos tiempo de atenciones.

– La distancia del colegio y que todos los hijos vayan al mismo tiempo influye mucho.

– Si el niño no va a la guardería o al colegio, requiere muchas más horas de supervisión.

Tener tres hijos pequeños puede requerir un 44 por ciento más de tiempo que uno solo. FUENTE: PREVENIR

ICTUS, LA GRAN AMENAZA

Pese a que la enfermedad vascular cerebral (ictus) aparece más frecuentemente entre los hombres, los expertos reunidos con motivo del Día Internacional del Ictus han reconocido que en la actualidad, esta enfermedad se ha convertido en la primera causa de muerte entre las mujeres españolas.

Se suele presentar en personas con factores de riesgo (hipertensión, hipercolesterolemia, diabetes, tabaquismo, obesidad…), y constituye la primera causa de discapacidad en las personas adultas. La recuperación depende, en gran medida, de la celeridad del diagnóstico y de la aplicación del tratamiento.  FUENTE: PREVENIR

PROTEÍNAS, SU GASOLINA

Cuando las fuerzas decaen porque el estrés ya no le deja avanzar más, se puede sentir tentado a recurrir a la cafeína o al azúcar. Pero es preferible que opte por un alimento rico en proteínas, ya que elevan sus niveles de energía sin que vuelva a sentir hambre al poco tiempo. Así que tome un poco de queso o un sándwich de pollo. PREVENIR

Vacunas: mitos y hechosDe todos los milagros médicos, la vacunación pudiera ser el más trascendental. Con su costo relativamente bajo y el bajo riesgo de efectos adversos, la vacunación (también conocida como inmunización o inoculación) ha salvado millones de vidas, y ha evitado indecibles sufrimientos e incapacidad. Sarampión, poliomielitis, difteria y rubéola son solo algunas de las enfermedades asesinas e invalidantes que se pueden evitar, y hasta erradicar mediante la vacunación.

Esto es todavía más impresionante porque muchas enfermedades contra las que nos hemos vacunado son intratables; es decir, que tienen que desarrollar todo su ciclo.

No obstante, algunas personas, y particularmente algunos padres se preocupan por las vacunas: su pureza, sus efectos colaterales potenciales, lo inteligente que resultaría evitarlas. Algunos se niegan a inmunizar a sus hijos; otros descuidan vacunarse ellos mismos contra la gripe o el tétanos.

No inmunizarse pone en peligro no solo al individuo, sino a todos los demás.

FUENTE: WELLNESS LETTER

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