Hoy 
Como señalamos en el artículo anterior, el gasto en salud per cápita es todavía muy bajo, ronda la mitad del promedio regional y es siete veces menor que el promedio de los países de la OECD.
El aumento del mismo debe hacerse a través de un mayor esfuerzo por parte del Estado, pues la literatura internacional muestra que los países que más han avanzado en la protección financiera para cubrir los gastos en salud de su población, se caracterizan por tener una elevada participación de financiamiento público dentro del total, superior al 75%.
El financiamiento a través del Senasa subsidiado apenas alcanza el 3% del gasto en salud – con lo cual debe atender a 3 millones de personas de escasos recursos (que no son la totalidad de los pobres). Se entiende que al culminar el proceso de separación de funciones, le corresponderá al Senasa comprar a los hospitales públicos los servicios para que atiendan a toda la población del régimen subsidiado.
No obstante, si se le traspasaran todos los fondos que hoy financian la red tradicional del MSP — es decir, los recursos incluidos en el presupuesto de esta institución para financiar sus hospitales y otros centros de salud – los fondos que manejaría el Senasa serían todavía inferiores a los que maneja hoy el régimen contributivo para atender una cantidad similar de personas.
La menor cantidad de recursos que reciben los hospitales públicos con relación a los privados y los mixtos, es muy probable que se traduzca en una calidad más baja.
Además de menos fondos, los centros de salud que atienden a los más pobres tienen también otros problemas (cuyo análisis no era parte del trabajo que estamos comentando, pero que es importante resaltar aquí para una mejor comprensión del tema).
Entre ellos pueden mencionarse la mala gestión administrativa y de recursos humanos, la carencia de suministros, la infraestructura en mal estado, la falta de equipos médicos y no médicos, etc.
Esta diferencia en la calidad es incongruente con las aspiraciones de la legislación dominicana relativas a la universalidad de un mismo paquete de prestaciones, con calidad equivalente. Para resolver esta situación, entonces, el país requiere aumentar el financiamiento público a la salud.
Recomendaciones. En definitiva, ¿qué es necesario hacer para elevar el financiamiento público?
Las principales recomendaciones para aumentar el gasto público en salud y mejorar la protección financiera de la población dominicana (algunas de las cuales se incluían en el estudio comentado y otras provienen de otros estudios previos de la autora) son las siguientes:
